"Fuimos muy blanditos"
Pablo Alfaro, en cuya hoja de servicios figura el ser el futbolista español más expulsado de la historia, pisó a Míchel Salgado durante el Madrid-Sevilla, levantó las manos como si nada hubiera pasado -y nada pasó para el árbitro, Moreno Delgado, que ni siquiera le amonestó, si bien el Comité de Competición le abrió anoche un expediente disciplinario- y abandonó el estadio Bernabéu tan tranquilo.