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Reportaje:RESUMEN DE 2002

En febrero empezó y acabó el mito Muehlegg

Carlos Arribas

El problema del dopaje, un asunto del que el deporte español se creía ajeno, o que, en todo caso, reservaba para sus zonas marginales, ciclismo y así, tocó de lleno en 2002 a lo hispano.

En febrero fue el caso Muehlegg, el esquiador de fondo nacido en Alemania y nacionalizado español que estaba confirmando en los Juegos Olímpicos de Salt Lake City todas las esperanzas que en él se habían depositado. En apenas dos semanas se había convertido en un mito, en el Indurain de Baviera, y en un personaje polémico, mal aceptado por un cierto establishment deportivo.

En un solo instante, en el tiempo en que la noticia de su positivo por NESP, o darbepoetina, una especie de EPO de larga duración y mayor potencia, se hizo público, todo lo construido se derrumbó. Con Muehlegg también cayeros dos fondistas rusas, Olga Danilova y Larissa Lazutina, también víctimas del NESP. Otro esquiador que perdió la medalla olímpica fue el escocés Alan Baxter, positivo por metanfetamina.

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El fútbol, el deporte que se creía inmune y que aún sigue repitiendo el estribillo de "dopaje, ¿para qué? nosotros somos técnicos", también tuvo su ración de sustancias prohibidas. Si 2001 tuvo el caso Frank de Boer y se cerró con el misterio Guardiola y la insidiosa nandrolona, 2002 se cierra con un caso similar, el del futbolista del Athletic Carlos Gurpegui, también positivo por una nandrolona que también niega haber tomado. Otro futbolista, el australiano Mark Bosnich, portero del Chelsea inglés, tiene menos defensa. Su positivo fue por cocaína, una sustancia que se asocia a su estilo de vida, desordenado y desenfrenado.

Otro positivo más recreativo que deportivo fue el de Jan Ullrich, el crack del ciclismo que se recuperaba de una lesión de rodilla y se tomó unas anfetaminas para irse de juerga una noche. Poco antes había dado positivo en un control de alcoholemia efectuado después de un accidente de circulación. Otro ciclista de gran clase y poca cabeza, el belga Frank Vandenbroucke, también tuvo su caso: la policía encontró en su casa sustancias prohibidas, él dijo que eran para su perro, no le creyeron y sufrió su correspondiente suspensión. Del Giro fueron expulsados el líder, Garzelli, por un positivo por probenecida, aquella sustancia que se asoció a Perico Delgado hace 14 años, y Simoni, por una cocaína que él dijo que era de unos caramelos balsámicos procedentes de los Andes, y le creyeron.

En atletismo dieron positivo el belga de origen marroquí Mohamed Murit y el marroquí récordman del mundo de 3.000 obstáculos Brahim Bulami. Los dos por EPO.

Otros positivos del año: la nadadora Claudia Poll (Costa Rica), los jugadores de rugby Ben Tune (Australia) y Nicolas Martin (Francia), y los esgrimistas franceses Laura Flessel y Loïc Attely.

Johann Muehlegg, tras conocer su positivo.
Johann Muehlegg, tras conocer su positivo.REUTERS

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Sobre la firma

Carlos Arribas
Periodista de EL PAÍS desde 1990. Cubre regularmente los Juegos Olímpicos, las principales competiciones de ciclismo y atletismo y las noticias de dopaje.

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