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CRISIS EN VENEZUELA

La Guardia Nacional ocupa las gasolineras de Venezuela para frenar el auge de la huelga

La oposición a Chávez afirma que la producción de crudo ha descendido al 20%

Juan Jesús Aznárez

La huelga general contra la presidencia de Hugo Chávez cobró ayer especial virulencia al descender la producción de crudo hasta casi un 20%, según datos de la oposición venezolana, y causar un efecto dominó en la banca, aduanas y otros servicios que hace ocho días no habían secundado el paro. La militarizada Guardia Nacional ocupa gasolineras y centros de almacenamiento de combustible y podrá reabrir instalaciones cerradas y operar surtidores. Chávez debe renunciar o convocar elecciones durante el primer trimestre de 2003, exige la oposición.

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Estados Unidos y la Organización de Estados Americanos (OEA) instan a una salida electoral para evitar un derramamiento de sangre. "La paz es para todos o no será para nadie", advirtió el jefe del Gobierno días atrás. La paz está amenazada y los analistas adivinan un fuerte debate en los cuartos de banderas sobre cuál deba ser el comportamiento de las Fuerzas Armadas de llegarse a escenarios ingobernables o al colapso de la estatal Petróleos de Venezuela (PVDSA).

El extremismo de los dos bandos, las masivas manifestaciones oficialistas y opositoras, la furia de los piquetes y los contrapiquetes, anticipan choques cruentos en las calles si fracasa la mediación del secretario general de la OEA, César Gaviria. Acentuando la evidente zozobra, la Federación Venezolana de Médicos, mayoritariamente en huelga, alertó ayer a "todos los médicos del país a mantenernos en emergencia ante cualquier contingencia". "Estamos, de hecho, ante un golpe contra un Gobierno legítimamente constituido", protestó el dirigente oficialista Tarek William. La oposición, crecida por una huelga petrolera que ha hecho presa en la yugular del presidente, proclama que perdió la legitimidad obtenida en las urnas porque sus políticas fueron excluyentes y sectarias. Miles de automovilistas se agolparon en las gasolineras de Caracas y otras ciudades previendo un agotamiento del abastecimiento. Por el momento, Chávez no ha consumado su amenaza de declarar el estado de excepción.

"No hay ningún problema en la región capital. De los ocho transportistas que cargan en esta planta hay siete trabajando y el octavo se acaba de reportar", tranquilizó el general de la Guardia Nacional Wilfredo Silva, encargado de facilitar el tránsito de los camiones cisternas. "Ya se han enviado más de 53 gandolas (camiones cisternas) a distribución, hay más de 40 a la espera, un buque está en camino y hay gasolina para más de 10 días". Mandos de ese cuerpo requisaron camiones y obligaron a varios concesionarios de estaciones de servicio a vender gasolina.

El Gobierno movilizó a todas sus organizaciones, entre ellas los denostados Círculos Bolivarianos, que activamente apoyan a la Guardia Nacional, para impedir la definitiva paralización de la industria petrolera y de los servicios básicos. "Aquí estamos, con el Ejército", dijo uno de sus integrantes. La banca privada, que cerró "en señal de luto" por los muertos del viernes en la plaza de Francia, será sancionada con el 1% de su capital social si se sigue negando a prestar servicios a sus clientes, avisó ayer Ricardo Sanguino, de la Comisión Permanente de Finanzas de la Asamblea Nacional por el Movimiento Quinta República, fundado por Chávez. "Lo establece la Ley General de Bancos", dijo.

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Las compras nerviosas en los comercios abiertos fueron masivas mientras numerosos clientes, temiendo el quebranto del sistema financiero, acudieron a los cajeros para sacar dinero, sin conseguirlo muchos porque las máquinas no lo entregaban. Trabajadores del Servicio Nacional Integrado de Administración Tributaria (SENIAT), cuya plantilla suma 9.000 empleados, se sumaron al paro y protagonizaron choques dialécticos con grupos de huelguistas.

"El paro está afectando a todas las aduanas del país", afirmó el sindicalista Jesús Ríos. "¡Mentira! ¡Son cuatro pelagatos", le espetaba un chavista. Las 16 aduanas y los 10 servicios de tributos, "trabajando al cien por ciento", afirmó el jefe del SENIAT, Trinio Alcides.

La oposición prolongó el domingo, con carácter indefinido, un paro que está asestando a Chávez el golpe más duro desde que ganó las presidenciales de diciembre de 1998. "Este paro es indetenible hasta lograr el objetivo que se propuso el pueblo", subrayó Carlos Ortega, presidente de la CTV. Según Horacio Medina, presidente del sindicato de la gerencia petrolera, dejaron de bombearse 1,9 millones de barriles diarios de crudo, casi un 80% del total.

Un soldado vigila una gasolinera que no secundó la huelga general  contra el presidente Hugo Chávez.
Un soldado vigila una gasolinera que no secundó la huelga general contra el presidente Hugo Chávez.REUTERS

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