Giscard d'Estaing se ríe en público de la Constitución de Prodi

Valéry Giscard d'Estaing, presidente de la Convención sobre el futuro de Europa, se permitió ayer minusvalorar y ridiculizar el anteproyecto de Constitución Europea presentado el día anterior por el presidente de la Comisión, Romano Prodi, adelantándose al que redactará el foro que dirige el ex presidente francés. Para Giscard, el de Prodi es un texto "no muy actual", "poco ameno" y "demasiado largo".

"No lo van a leer muchos", llegó a decir Giscard con una media sonrisa cuando aludió a que el texto es poco inteligible. El político francés ya trató con una indiferencia rayana en el desprecio a Prodi cuando éste acudió el jueves a la Convención para explicar las propuestas del Ejecutivo comunitario sobre el futuro de Europa. Ayer se explayó y dijo que el anteproyecto no pasará de ser "un trabajo técnico, de base" que puede ser "útil" a la Convención, pero que ésta tiene la última palabra.

Su opinión quedó más obvia cuando hizo un símil relativo a la obra de Homero sobre Ulises y Penélope, el nombre con el que fue bautizado el anteproyecto de Prodi. "Me gusta mucho lo de Penélope. Es una bonita historia. Pero Penélope no se ocultaba . Hacía su trabajo a plena luz. Y en este caso, Penélope ha sido repudiada , algo que nunca hizo Ulises".

Y aún continuó con el cuento al recordar que Penélope esperaba al héroe Ulises. "¿A quién espera esta Penélope?". "A la Convención", se respondió él mismo. "Y la Convención llegará y ella obtendrá satisfacción".

Al margen de este incidente, la Convención prosiguió ayer sus trabajos en una sesión dedicada al espacio europeo de libertad y justicia. La mayoría de participantes apoyó la idea de elaborar un listado de "delitos europeos" en cuya persecución debe haber una mayor cooperación en la UE por tratarse de crímenes que superan las fronteras de cada país. Giscard señaló que en la futura Constitución deberá figurar el reconocimiento mutuo de decisiones judiciales, que es el objetivo de la orden europea de detención y entrega.

La mayoría de los representantes en la Convención también apoyaron la creación de una Fiscalía Europea que persiga esos delitos, pero los representantes británicos expresaron su rechazo.

Ocurrió algo similar con la iniciativa planteada por el belga Jan-Luc Dehaene, vicepresidente de la Convención, de crear un cuerpo diplomático europeo, de forma que pueda haber en el futuro representaciones diplomáticas únicas de la UE en el mundo. Peter Hain, en nombre del Gobierno británico, se opuso con el argumento de que la política exterior no debe ser comunitarizada.

También ayer, el comisario francés Michel Barnier, miembro del presídium de la Convención, presentó sus primeras propuestas sobre la política europea de defensa. En el informe, señala que varios integrantes del foro están de acuerdo en apoyar una futura cláusula de asistencia mutua en caso de guerra, pero que se trata de una cuestión sensible que levanta suspicacias en varios países.

De otro lado, Prodi abogó ayer en un discurso por abrir en profundidad un debate sobre cuáles deben ser los límites últimos de la UE. Para él, la Unión tiene que dejar de recibir nuevos socios cuando entren los Balcanes. Para el resto de países vecinos (no hace referencia específica a Turquía, pero sí a Rusia, Marruecos, Ucrania o Bielorrusia) debe crearse el estatuto de "país asociado", con los que podrá firmarse acuerdos económicos y políticos a los que ya rigen en la UE, pero sin que nunca entren a formar parte de las instituciones de la Unión.