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Aulas

Ecología por los cuatro costados

La Semana Verde del colegio Victoria Kent de Málaga confirma su vocación ambiental

Cuando en el otro extremo del país las manchas de fuel continuaban su acoso a la costa gallega, el colegio Victoria Kent de Málaga celebraba del 26 al 30 de noviembre la octava edición de su Semana Verde. La actividad forma parte del currículo de este centro con unos 400 alumnos de infantil y primaria cuyo máximo objetivo es la integración de sus 37 alumnos con necesidades especiales y la educación medioambiental. La asignatura Conocimiento del Medio toca por encima temas ecológicos, pero en el Victoria Kent cada apertura de grifo o encendido de luz va precedido de unos respetuosos valores inculcados con el día a día.

Las puertas del colegio están adornadas con árboles y animales. Las paredes del colegio están repletas de recomendaciones para el ahorro de agua, energía y para el reciclaje. Estas sugerencias no caen en saco roto porque periódicamente se realizan encuestas para corroborar los conocimientos del alumnado, cuyas excursiones siempre tienen como destino el contacto con la naturaleza. El director del colegio, Antonio Centella, recuerda una salida reciente a La Sauceda (Málaga), donde nada impidió a los alumnos con sillas de ruedas disfrutar de la naturaleza, ni siquiera la botella de oxígeno que uno de los alumnos necesita.

Juan José Fernández tiene 11 años y ya agradece la instrucción que recibe: "Si no cuidamos el mundo, cuando tenga hijos no quedará nada para ellos", espeta como si estuviese preparado para procrear, pero aún no tiene novia, según reconoce. A Juan José no le importa posponer la sabrosa desaparición de su bocadillo para exponer, orgulloso, sus ideas ecológicas: "Una vez iba cerca de un río y le dije a una señora que no lavara con lejía en la orilla porque contamina los peces".

A su corta edad, Juan José parece haber interiorizado una conciencia que da sus frutos en el colegio. De hecho, él y sus compañeros son responsables de que el consumo de agua en el centro haya disminuido de 2.909 a 1.276 metros cúbicos en los dos últimos años. Los alumnos están organizados en grupo para que vigilen el encendido y apagado de luces o recojan las pilas de botón. Durante el pasado curso reciclaron 4,5 toneladas de papel, con los pequeños de 3 años a la cabeza. Una actitud que no está exenta de incentivos en forma de concursos.

"Los padres también participan", puntualiza el director del colegio, que recientemente ha conseguido la bandera verde y que está incluido desde hace cuatro años en el proyecto europeo Ecoescuela.

Durante la Semana Verde, subvencionada por el Ayuntamiento y en la que colabora Cruz Roja, el colegio se llena de actividades de concienciación con talleres que inculcan valores ecológicos de forma amena: "A niños tan pequeños no se les puede inundar con teoría, y mediante el juego aprenden con más interés", señala Centella. Aún así, no todo es jolgorio y, durante la Semana Verde, los tutores disponen de dos horas para no perder comba con los libros.

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Así, los niños intercalan la docencia con talleres sobre manejo de materiales reciclados, fabricación de jabón, papiroflexia con papel desechable...; exposiciones sobre aves, acerca del cuidado de los árboles y acerca del consumo de inmaduros cedida por el Aula del Mar; proyecciones, titiriteros y muchas más rodeadas de un bullicio permanente en el centro. Una profesora conocedora del mundo periodístico apostilla: "La sociedad debe concienciarse de que aquí, con el tema del medio ambiente, no estamos jugando".

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