La Real pisa cada vez más fuerte

Esta vez no hay discusión posible: Van Gaal tiene toda la razón del mundo. Sostiene el holandés que la Champions es más fácil que la Liga, que el Brujas y el Bayer Leverkusen, por ejemplo, estarían de la mitad de la tabla para abajo. Es decir, justo detrás del Barça, que transcurridas doce jornadas naufraga en el ecuador de la clasificación, en el décimo puesto. La Real Sociedad, un líder cada semana más líder, le devolvió ayer en Anoeta a la cruda realidad del torneo doméstico (2-1), donde a Gaspart y sus ultras aún les espera un rapapolvo por el caso Figo.

La Real Sociedad retrató al Barça, un equipo sin defensas puros, escuálido en ataque y con una improductiva montonera de centrocampistas clónicos. El 2-1 no reflejó en absoluto el baile al que le sometió el equipo de Denoueix, que le atropelló con saña en muchos momentos del partido. Sólo Bonano, los postes y una conjura astral evitaron que el Barça saliera seriamente magullado. Su situación en la Liga es cada semana más preocupante. Ya está a diez puntos de la cabeza, a la que se ha apuntado con toda la firmeza la Real, que tiene un aire estupendo.

El equipo donostiarra tiene mejor pinta cada jornada que pasa. Se ha medido ya con el Deportivo, el Madrid y el Barça y ninguno ha sido capaz de bajarle los humos. Destila grandes vibraciones: su mejoría defensiva es notable respecto a otros cursos; Xabi Alonso aguanta la comparativa con los mejores conductores de la Liga; Nihat es la gran revelación; y Kovacevic ha recuperado la voracidad goleadora. Aún es pronto para aventurar dónde está el límite de los realistas, pero será difícil que con los grandes con la maleta a cuestas y la calculadora a punto, alguien les descuelgue de la zona alta.

El calendario de los aspirantes juega a su favor. Si el Barça patinó, el Valencia no pasó de un gris empate en Vitoria, con Baraja tomándose un respiro en el banquillo, y Cañizares lesionado al cuarto de hora. El Depor sólo pudo celebrar la vuelta de Valerón, sin duda, le mejor noticia de la jornada, para los gallegos y para el fútbol español. Dos meses después de su percance con Peña, el canario, que pueso en pie a Riazor, no pudo brindar con un triunfo, porque enfrente estuvo el Mallorca, segundo en la Liga. Un equipo tan crecido que no se arruga ni con 1-0 en contra y diez jugadores desde el minuto 20. Pandiani y Eto'o remontaron. Makaay, el pichichi, selló el 2-2 en un duelo mayúsculo, de los que gusta rebobinar en vídeo. Y más si está Valerón.