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Se limitan las excepciones para construir a 20 metros

Medio Ambiente ha aprovechado la Ley de Acompañamiento a los Presupuestos Generales de 2003 para modificar la Ley de Costas en tres aspectos, algunos de los cuales han sido criticados por Greenpeace y WWF/Adena. Estas organizaciones ecologistas creen que no es apropiado utilizar este mecanismo, porque elude el debate público, y acusan al ministro Jaume Matas de plegarse a las presiones de ayuntamientos y constructoras al apostar por un modelo urbanístico de fachada cerrada en el litoral.

Medio Ambiente atribuye estas críticas a un error de interpretación. Según un portavoz oficial, la reforma pretende clarificar la aplicación de una sentencia del Tribunal Constitucional sobre competencias en la costa, fijar plazos a las resoluciones de la dirección de Costas (en algunos casos no los tenía) y despejar las dudas sobre el planeamiento en zonas urbanas, dentro de los 20 metros de servidumbre.

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'Es todo lo contrario a lo que piensan los ecologistas', aclara con firmeza el portavoz. 'La construcción a partir de los 20 metros en zonas urbanas se hará mucho más restrictiva. Nadie podrá ampararse en una excepción de la ley para crear nuevas fachadas marítimas donde no las había o edificar en las existentes con un alto grado de permisividad'. Según este portavoz, la reforma persigue que en zonas urbanas cerradas no se podrá edificar si no existe 'un planeamiento general o parcial justificado'. Y en las zonas abiertas no se permitirán construcciones a menos de 100 metros como se ha venido permitiendo hasta ahora, lo que ha motivado numerosos recursos del ministerio contra las licencias de construcción dadas por ayuntamientos y comunidades.

Las autorizaciones que excepcionalmente se den a 20 metros del litoral exigirán la existencia previa de edificaciones contiguas cerradas con medianeras y sin aberturas en todas sus paredes, de manera que queden alineadas armónicamente. Para soslayar la ausencia de debate público de estas reformas, Medio Ambiente las ha incluido en la agenda del Consejo de Medio Ambiente del 12 de noviembre, al que no irán los dos vocales ecologistas.

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