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Las patronales reivindican su papel al margen de los grupos de presión

Félix planta a Ferrando y Virosque ante los micrófonos de la SER

La puesta de largo en Elche la semana pasada del grupo de presión que constituye la Asociación Valenciana de Empresarios ha provocado un cierre de filas de las patronales. Rafael Ferrando, presidente de Cierval, y Arturo Virosque, presidente de la Cámara de Comercio de Valencia, reivindicaron ayer las funciones propias de las instituciones que representan al margen de intereses particulares en un debate organizado por la cadena SER. Federico Félix, presidente de AVE, les plantó ante los micrófonos.

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Los ecos de la cumbre de Elche todavía no se han apagado, pero AVE parece empeñada en mitigar cualquier tensión. Su presidente evitó sentarse ayer en la misma mesa que Ferrando y Virosque para aclarar públicamente sus posibles diferencias.

Virosque fue muy claro a la hora de distinguir las funciones que corresponden a las diferentes instituciones. Explicó que las cámaras de comercio deben servir a las empresas y ofrecerles facilidades y formación; las patronales como Cierval deben representar los intereses empresariales ante las distintas administraciones; y los grupos de presión deben 'asesorar' a los políticos sobre necesidades estratégicas como grandes infraestructuras.

El presidente de la Cámara sugirió que los recientes recelos entre patronos a raíz de la sonora reaparición de AVE reflejan diferencias entre personas, nunca entre instituciones, y lamentó ciertas formas de ejercer la presión empresarial. 'La forma de hacer lobby empresarial es no decir las cosas que se hacen, pero aquí se habla mucho de cosas y cosas que no se hacen', dijo en clara alusión a Félix.

Ferrando insistió en la definición de funciones de cada estamento y recordó que Félix es miembro de los comités ejecutivos de CEV y de Cierval y, por lo tanto, no puede llamarse a engaño sobre la tarea de cada uno.

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El presidente de Cierval reiteró la importancia de las microempresas y pymes en el tejido económico de la Comunidad Valenciana para desvincular su posición de la de los poderosos empresarios que pertenecen a AVE y que tienden a confundir intereses particulares y generales.

Antonio Almerich, presidente de la Federación de Empresarios del Metal (Femeval), cerró filas con ambos con un severo discurso anoche en una acto de la organización. El presidente de una de las federaciones más poderosas de Cierval recordó algunas cuestiones esenciales. 'Los empresarios tenemos un papel insustituible en el devenir de nuestra autonomía que no puede estar supeditado a circunstancias coyunturales', dijo Almerich. 'Queremos consolidar una CEV sólida y una Cierval en la que quepamos todos', siguió en apoyo a la institución. Y cerró el capítulo dedicado a las diferencias entre AVE y el resto de organizaciones con una evidente condena de los grupos de presión al margen de los cauces oficiales. 'En el terreno de la representatividad', dijo Almerich, 'en este momento posiblemente más que nunca, necesitamos reforzar nuestra unidad en torno a los líderes naturales y representativos'.

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