La marcha se cerró con ataques de terrorismo urbano en Bilbao
El final de la marcha dio paso ayer a nuevos ataques de terrorismo callejero. Los violentos se distribuyeron por las calles adyacentes a la plaza de Zabalburu destrozando todo lo que encontraban a su paso. Volcaron y quemaron contenedores, rompieron escaparates de comercios (como la agencia de Viajes Iberia) y mobiliario urbano. Los disturbios tenían una clara dirección, el Casco Viejo, feudo de los terroristas urbanos. Allí, varios encapuchados atacaron a pedradas sucursales bancarias mientras algunos paseantes les aplaudían. La zona más antigua de Bilbao volvió a cubrirse de pintadas con insultos, panfletos en las paredes y destrozos.
El presidente del PP en el País Vasco, Carlos Iturgaiz, consideró que el Gobierno vasco 'ha permitido a ETA concentrarse en las calles de Bilbao, le ha permitido hacer media manifestación y luego, para cubrir el expediente, les ha interceptado en la mitad del recorrido'. El secretario general de ese partido, Javier Arenas, también criticó al Ejecutivo de Vitoria, pero sólo para destacar la importancia de la previsión para evitar incidentes.
Por su parte, el portavoz del PSE-EE, Rodolfo Ares, aseguró que la Ertzaintza 'ha cumplido con su obligación' al impedir la manifestación y subrayó que si tiene que actuar ha de hacerlo 'con el dispositivo adecuado'.
