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Crónica:Campeonato del Mundo | BALONCESTO
Crónica
Texto informativo con interpretación

"Nuestro dios se llama Bodiroga"

La afición yugoslava celebra a lo grande el título mientras Argentina carga contra los árbitros

Robert Álvarez

Dejan Bodiroga en boca de todos y elevado a los altares. Por los miles de seguidores yugoslavos que celebraron el quinto título de su selección en un Mundial, conquistado el domingo en Indianápolis ante Argentina tras una prórroga dramática (84-77), y por sus propios compañeros, que no dudaron en rendirse al supremo partido de la gran estrella de la final.

Vlade Divac tenía motivos para sentirse feliz por el triunfo de su selección, pero no tanto por su contribución a ese triunfo. Y no ya por su sombría labor durante el encuentro, en el que sólo anotó tres puntos, sino porque en sus manos tuvo la posibilidad de resolver el choque sin necesidad de llegar a la prórroga. Con 75-75 en el marcador, y a cinco segundos del final, Divac desperdició dos tiros libres.

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Pese a ello, el pívot de Sacramento Kings fue aclamado por los cientos de miles de aficionados que se lanzaron a las calles de Belgrado cuando la prórroga tocó a su fin. Muchos de ellos gritaron '¡Divac, presidente!', en referencia a las elecciones generales que habrá en Serbia el próximo 29 de septiembre y a las que, según los hinchas más apasionados, el jugador debería presentarse.

Pero el gran protagonista de los fastos fue Bodiroga, el mejor de la final, autor de 27 puntos, nueve de los cuales, conseguidos de forma consecutiva, sirvieron para que Yugoslavia lograr alcanzar la prórroga. 'Nosotros reconocemos a nuestro Dios, su nombre es Bodiroga', repetían hasta la saciedad los hichas que siguieron el partido desde dos pantallas colocadas en la Plaza de la República en Belgrado.

También sus compañeros aclamaron al nuevo jugador del Barcelona. Y el que más gráfico se mostró fue precisamente el presidenciable Divac: 'Este título ha sido mérito de Bodiroga. Él nos ha llevado a la victoria. Nos dio vida justo cuando la necesitábamos. Creí que íbamos a perder y él nos levantó', aseguró en la rueda de prensa posterior al choque.

La cruz se vivió en Argentina, donde los aficionados no ocultaron su rabia por lo sucedido. Y ese malestar tuvo fiel reflejo en la prensa. Así el diario Clarín titulaba: 'Igual son de oro', y calificó el papel de los jugadores argentinos de 'hazaña', además de criticar la labor de los árbitros. Ahí incide también el deportivo Olé, que directamente habla de 'atraco'. Esa fue la misma sensación que tuvieron algunos jugadores, como Sconochini. 'Es imposible no tener la sensación de que nos robaron un partido que teníamos ganado, pero los árbitros hicieron un papelón en los últimos minutos para que todo fuese diferente', se lamentó.

Miles de seguidores yugoslavos celebran en Belgrado el triunfo de su selección.
Miles de seguidores yugoslavos celebran en Belgrado el triunfo de su selección.ASSOCIATED PRESS

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Sobre la firma

Robert Álvarez
Licenciado en Periodismo por la Autónoma de Barcelona, se incorporó a EL PAÍS en 1988. Anteriormente trabajó en La Hoja del Lunes, El Noticiero Universal y el diari Avui.

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