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Reportaje:CULTURA Y ESPECTÁCULOS

LA MÚSICA LATINA INVADE LA GRAN MANZANA

Nueva York acoge estos días una amplia representación de la música popular y del rock latino. Alaska, Bunbury, Jorge Drexler, Ely Guerra y Mastretta, entre otros, llevarán sus ritmos con y sin raíces a numerosos locales de la ciudad.

La reina de las metrópolis acoge estos días una amplia selección de los mejores nombres del rock latino en el Latin Alternative Music Conference (LAMC). Cerca de una treintena de creadores han subido o subirán a distintos escenarios neoyorquinos, entre los que se encuentra Central Park, para tratar de que sus propuestas se abran paso en el negocio internacional. Puro rock en sus variados estilos, con unas señas de identidad que hasta el momento han visto cómo sus raíces eran tenidas en cuenta sólo como folclor, pero que a partir de ahora servirán para enriquecer la música popular estadounidense. Para Olvido Gara, Alaska, lo importante del festival es la representación de diversos y variados ámbitos del área latina. 'No hay una regla', dice, 'por lo que no necesariamente hay que buscar siempre en los artistas latinos raíces o folclor. Cada artista y cada grupo desarrolla propuestas muy distintas bajo una misma etiqueta'.

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La discusión sobre la etiqueta es inevitable en un desembarco tan variopinto. Acerca de si las etiquetas pueden cerrar puertas, Ramoncín, que es consejero de la SGAE, cree que 'son necesarias para los medios a la hora de presentarse en ámbitos que no son el tuyo. Por ejemplo, en Europa los españoles somos latinos y, sin embargo, en Estados Unidos somos europeos. Lo importante es que la etiqueta cumpla su función y no sea una losa tan pesada que no nos la podamos quitar de encima'.

Ricardo Moreno, músico de Fangoria y Mastretta, cree que Nueva York es la ciudad ideal para desembarcar: 'Hay melomanía, auténtico interés por la música, no como en España, donde sólo hay militantes de tal o cual tendencia'. Cosa que corrobora Olvido: 'En España se suele predicar al convencido'.

El concierto de bienvenida fue el miércoles, y los mexicanos Liquids, primos estéticos de los barceloneses Sidonie, dieron una soberbia lección de psicodelia del siglo XXI en el pequeño club Mercury Lounge del East Side.

Al día siguiente, showcase en el Joe's Pub, donde los mexicanos -mayoría apabullante en el festival- Jorge Moreno, Joselo, de Café Tacuba; Nicole, Sara Valenzuela, Jumbo y La Barranca; el uruguayo Jorge Drexler; el hispano-cubano Kelvis y la auténtica reina del LAMC, Ely Guerra, hicieron que tanta gente como abarrotaba el local se quedara fuera. Los triunfadores fueron Drexler, que emocionó a la audiencia con El pianista del guetto de Varsovia, y el hispano-cubano Kelvis Ochoa, que arrancó las primeras palmas al ritmo.

Pero lo mejor debe venir en jornadas posteriores, con la participación de Fangoria, Bunbury, que acaparó todas las portadas de la prensa latina musical, y Mastretta, que en cuatro días actuará tres veces en distintos escenarios.

La cantante Alaska, ayer en Nueva York.
La cantante Alaska, ayer en Nueva York.MIGUEL RAJMIL

Una peculiar excursión española

La mayor parte de la delegación española viajó el día 7 a Nueva York y coincidió en el avión con la infanta Elena y su marido, Duques de Lugo, y sus hijos. Por cierto, el hijo mayor de los duques, don Froilán, demostró unos extraordinarios pulmones y pocas ganas de viajar alejado sólo unos asientos de sus padres. Pablo Novoa, el gallego ex-Golpes Bajos, que coincidía en la fila de asientos con él, manifestaba con ojos de sueño frustrado: 'Verás cuando se lo cuente a mi madre. Esto nos hará subir de cotización en Vigo'.

Alaska, por su parte, viajó dos días después con un extenso séquito de músicos y bailarines, y su agenda para el día 9 era de lo más apretada: peluquería por la mañana, luego rueda de prensa y más tarde sesión de fotos en Times Square y visita a la famosa Zona Cero, para depués librarse de compromisos promocionales e irse finalmente de compras, que es lo que todo visitante a Nueva York aspira a hacer.

Mastretta y su grupo apenas saltaban de una prueba de sonido a otra, y de una actuación a la siguiente. Ellos son auténticos veteranos en lo de presentarse ante audiencias foráneas y la respuesta de la crítica siempre es unánime a la hora de reconocer la originalidad de una propuesta sonora a medio caballo entre el pop y las bandas sonoras.

Enrique Bunbury, por su parte, no tuvo que trasladarse muchas millas, debido a que se encuentra enfrascado en una extensa gira que la llevado a más de veinte localidades de ambos hemisferios del continente americano. Todo esto sin contar, además, al equipo del Real Madrid, que aparecía en todos los informativos de las cadenas latinoamericanas a causa de su partido contra la Roma en el estadio de los Giants, un encuentro amistoso promovido por Naciones Unidas y cuya recaudación se destinaría a la lucha contra el Sida. Como se ve, en New York se habla estos días más español que nunca.

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