Armstrong es Superarmstrong
Armstrong hizo lo acostumbrado: ganó la primera etapa de montaña y se vistió de amarillo, y encima acabó con las dudas y fardó de equipo. Y por si fuera poco, recuperó a Roberto Heras, el bejarano de la mirada triste, para el ciclismo. Y todo sin perder la sonrisa, sin dejarse llevar por la urgencia. Como quien lava. Beloki entró más cerca que nunca del americano. A 7s. Pero 7s que son un mundo.