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LOS ESCÁNDALOS DE LAS EMPRESAS EN EE UU

El Senado de EE UU responsabiliza al consejo de Enron de la quiebra

Los consejeros de la compañía energética conocían el fraude en las cuentas desde 1999

El Consejo de Administración de Enron tuvo conocimiento desde 1999 de las prácticas contables abusivas empleadas por los directivos de la compañía tejana, a quienes toleraba flagrantes incompatibilidades y concedía generosas retribuciones, según las conclusiones de la investigación de un subcomité del Senado de Estados Unidos. 'Los fallos fueron enormes', ha dicho el senador Carl Levin, presidente del subcomité.

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El Subcomité Permanente de Investigación del Senado ha documentado demoledoramente la pasividad de los consejeros de la compañía energética y ahora extiende hacia ellos la responsabilidad en la mayor suspensión de pagos de EE UU, que hasta ahora se limitaba a los directivos.

'Mucho de lo que iba mal en Enron era conocido por el consejo de administración', se lee en el documento de 60 páginas elaborado por el Subcomité de Investigaciones tras seis meses de pesquisas e interrogatorios a los implicados. Los consejeros no hicieron caso de 'más de una docena de banderas rojas que debían haber llevado al consejo a hacer preguntas, examinar las políticas de Enron y considerar cambios'.

Lo más llamativo es que ya en febrero de 1999 el responsable de la auditoría de Andersen en Enron alertó a los consejeros del comité de auditoría de lo arriesgado de las técnicas contables aplicadas en la firma, que 'llevaban las cosas al límite de los tolerable'.

Obstrucción a la justicia

Ese auditor, David Duncan, fue testigo de la fiscalía en el juicio que condenó a Andersen por obstrucción a la justicia por modificar una abogada de la firma un informe suyo en que alertaba a la central sobre los datos engañosos que publicaba la compañía . La abogada pidió a Duncan que los métodos contables fueran calificados de agresivos en vez de engañosos.

La declaración de Duncan ante el subcomité fue sostenida con minutas de sus reuniones y confirmada por otros auditores, pero el presidente del comité de auditoría del consejo, Robert Jaedicke, manifestó al mismo subcomité no recordar nada sobre aquellas alertas, lo que dará pábulo a quienes mantienen la tesis de que los consejos se han convertido en meros objetos decorativos, observadores pasivos de lo que ocurre a su alrededor y absentistas únicamente movidos por las retribuciones recibidas. En el caso de Enron, los consejeros recibían 350.000 dólares anuales, buena parte de ellos en opciones sobre acciones, otro aliciente para preguntar poco sobre negocios que aparentemente iban bien.

Otro ejemplo de pasividad interesada lo encuentran los senadores en mayo del 2000, cuando el comité financiero del consejo recibió noticia de que el entonces director gerente de la compañía, Andrew Fastow, había creado en sólo seis meses un 'extraordinario flujo de fondos' de 2.000 millones de dólares hacia la compañía. Nadie inquirió sobre tan espectacular operación.

Fastow fue el genio financiero que movió 'al menos 27.000 millones de dólares, casi el 50% de los activos, fuera de los balances oficiales' en cientos de operaciones de ida y vuelta que implicaban 'enrevesadas estructuras financieras y contables'.

El consejo 'permitió a sabiendas' estas transferencias. También autorizó 'con poca discusión' que Fastow prescindiera de la cláusula de conflicto de intereses y rigiera algunas sociedades con las que obtuvo millones en beneficios a costa de Enron. De hecho, las transferencias a una de ellas, Raptor, fueron decisivas en el hundimiento de la compañía de Houston.

El consejo 'ejerció poco, si es que alguno, control sobre las retribuciones en Enron', donde el presidente y fundador, Kenneth Lay, gozó de una línea de crédito de 77 millones a compensar con el futuro pago de acciones. Los altos directivos recibieron 750 millones en primas y otras compensaciones por haber logrado los objetivos de cotización en Wall Street, cuando los resultados netos de la compañía fueron de 975 millones. 'Aparentemente nadie en el comité de retribuciones hizo los números', se lee en el informe.

Los abogados de Enron replicaron de inmediato a las conclusiones del documento. Uno de ellos acusó a los senadores de atribuir a los consejeros más responsabilidades de las que en realidad tienen e invitó a los legisladores a aplicarse el patrón de conducta que exigen a terceros. Otro abogado reiteró la tesis de que el consejo 'fue engañado a propósito por directivos y auditores'.

Kenneth Lay declara ante el comité del Senado que investiga el <b></b><i>caso Enron,</i> el pasado mes de febrero.
Kenneth Lay declara ante el comité del Senado que investiga el caso Enron, el pasado mes de febrero.ASSOCIATED PRESS

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