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La huelga de basureros de Málaga se salda con 38 detenidos y casi 600 contenedores quemados

La recogida de los desechos acumulados se prolongará durante una semana

Málaga recuperó ayer la normalidad en el orden público, pero tardará una semana en volver a estar limpia. Las 4.000 toneladas de basuras acumuladas durante siete días de huelga comenzaron a ser retiradas por los trabajadores de Limasa y las 12 empresas privadas contratadas por el Ayuntamiento para esa labor. El conflicto se ha saldado con 38 detenidos, nueve de ellos menores, y casi 600 contenedores quemados. La empresa Limasa aún no ha cuantificado los daños. Hoy acaba el plazo de 48 horas que tiene el árbitro nombrado por la Junta para zanjar el conflicto.

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Veinticinco de los detenidos fueron trasladados ayer ante el juez de guardia para prestar declaración. Fuentes judiciales precisaron que todos quedaron en libertad, acusados de delitos de desórdenes públicos, desobediencia, atentado a la autoridad y contra la seguridad del tráfico. Las mismas fuentes apuntaron que los arrestados -apresados durante los disturbios de la madrugada del martes en la zona Oeste- se declararon inocentes. Hoy serán puestas a disposición judicial otras 13 personas detenidas por quemar contenedores en la tarde del martes, en los distritos Este y Norte.

Poco a poco, la ciudad intentaba recobrar su aspecto habitual. Las empresas privadas contratadas por el Ayuntamiento y los operarios de Limasa, la responsable del servicio, recogieron ayer cerca de 1.000 toneladas de residuos. El alcalde, Francisco de la Torre, informó que se tardará una semana en recoger las 4.000 toneladas de basuras acumuladas durante la huelga. La actuación de choque -que durará tres días y estará a cargo de las empresas contratadas por el consis-torio- costará 330.000 euros.

Lo que no amainó fue la bronca política en torno al conflicto. El alcalde (PP) criticó a la Junta por no haber nombrado 'antes' al árbitro, decisión que desactivó la huelga. Además, volvió a arremeter contra la Junta que durante la huelga no consideró necesario aumentar los servicios mínimos pese a que el alcalde lo solicitó en tres ocasiones: 'No los han querido dar porque no les ha dado la gana y nos ha complicado la vida a la ciudad y a todos'.

El PSOE, en cambio, arremetió contra el alcalde por 'la alarma social y el desgobierno municipal' puestos de manifiesto durante los días de huelga. La portavoz socialista, Marisa Bustinduy, dijo que si era legal contratar a otras empresas para recoger la basura acumulada 'nos han engañado'. Hasta el martes por la noche, el Ayuntamiento no adoptó esa decisión con el argumento de que vulneraría el derecho de huelga. 'Miente el gobierno [local] o no sabe las soluciones que hay. La ciudad no se merece tanta inoperancia', protestó Bustinduy. La portavoz también criticó la actuación del subdelegado del Gobierno, Carlos Rubio, ante los disturbios, porque 'ha estado más preocupado por criticar a la Junta que por resolver los problemas'.

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Y el PP, a su vez, pidió la dimisión del delegado de Salud, José Luis Marcos, por afirmar que la acumulación de basuras no suponía ningún peligro sanitario 'a no ser que se ingieran las cucarachas'.

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