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LA HUELGA GENERAL DEL 20-J

Rato convoca a los ministros europeos en Madrid el 20-J

La idea inicial era celebrar el Ecofin en Luxemburgo, que deberá aceptar el cambio de sede

La presidencia española de la Unión Europea ha convocado una reunión extraordinaria de los ministros de Economía y Finanzas (Ecofin) para el próximo 20 de junio en Madrid, en plena huelga general, para intentar aprobar las grandes líneas que deben guiar la coordinación de la política presupuestaria en el seno de la UE. La idea inicial de Rodrigo Rato, presidente de turno del Ecofin, era convocar a los Quince un día antes en Luxemburgo, con tiempo suficiente para poder discutir el texto final que debía ser sometido a los jefes de Estado o de Gobierno en la cumbre de Sevilla para su aprobación definitiva.

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Fuentes de tres representaciones permanentes en Bruselas confirmaron que habían conocido la noticia por teléfono a mediodía de ayer y que anoche aún no habían recibido la convocatoria oficial. Asimismo fuentes de la representación permanente de España señalaron que la intención del Gobierno es celebrar el Ecofin en Madrid.

Luxemburgo alberga todos los consejos de ministros los meses de abril, junio y octubre, según el Tratado de la UE, de modo que el traslado de sede debe ser aprobado por ese Estado, así como por los demás miembros.

Francia es el gran escollo que deberá superar este Ecofin, ante su fuerte oposición a que se establezca una fecha fija para llegar al déficit cero en las cuentas públicas. El Ejecutivo francés, en plena campaña electoral, sigue repitiendo que no está en disposición de aceptar la fecha de 2004 para poner sus finanzas en equilibrio presupuestario, sino que podría retrasarse hasta 2007.

Ya lo dejó bien claro el nuevo ministro Francis Mer hace justo una semana en la reunión del Ecofin celebrada en Luxemburgo. París insiste en que lo importante es respetar los principios del Pacto de Estabilidad y ver que la moral de los actores económicos está alta porque considera que eso es lo que activa el crecimiento de la economía, 'y no encorsetarla con fechas o porcentajes'. Su discurso fresco y propio de un empresario, ajeno a la política, causó estragos. 'Son simpáticas estas reuniones', llegó a afirmar.

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Y no se quedó sólo ahí. Mer llegó a afirmar ese mismo día que hasta la Cumbre de Sevilla entablaría conversaciones con otros países que han planteado problemas a la propuesta -Alemania, Portugal y Reino Unido- para conducirlos hacia su interpretación más flexible del Pacto de Estabilidad.

Rato no lo tiene nada fácil con estas perspectivas. Aparte de los problemas logísticos que pueda ocasionar la huelga general para el correcto desarrollo de la reunión extraordinaria del Ecofin, no hay que dejar de lado la predisposición con la que puedan sentarse a discutir los ministros una cuestión políticamente tan sensible y con una reunión de los jefes de Estado y de Gobierno llamando a la puerta el día siguiente. El Ecofin va a dejar abiertas las fechas de reunión para que sea el Consejo el que se pronuncie.

El interés de Rato por convocar al Ecofin ese día contrasta con la decisión del Partido Socialista Europeo, que hace días anuló la cumbre que tenía previsto celebrar el 20 de junio en Sevilla. El Partido Popular Europeo, por el contrario, mantuvo la cita para esa fecha pero la trasladó en Madrid, donde coincidirá con el Ecofin.

Rato ya tuvo difícil convocar a los Quince en Luxemburgo. Ahora lo que está en juego es su capacidad para presentar el jueves 20, a las 19 horas, una propuesta de consenso que sea aceptada por todos los países, incluida Francia, y que no sufra modificaciones posteriores en la Cumbre. Además está la responsabilidad de la presidencia española de evitar que se ponga en entredicho la capacidad de los Quince de coordinar sus políticas presupuestarias e, indirectamente, el propio Pacto de Estabilidad. La Comisión Europea, por su parte, insiste en que 'mantener esos compromisos es fundamental para la credibilidad del sistema' de coordinación de las políticas en la UE.

José María Aznar, ayer en Berlín con el canciller Gerhard Schröder y el presidente de la Asociación Federal de Industrias Alemanas, Michael Rogowski (centro).
José María Aznar, ayer en Berlín con el canciller Gerhard Schröder y el presidente de la Asociación Federal de Industrias Alemanas, Michael Rogowski (centro).ASSOCIATED PRESS

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