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Gallego sustituye a Durbán al frente de Santana Motor

Luis Gallego, director de Empresas Participadas del Instituto de Fomento de Andalucía, ha sustituido a Salvador Durbán en la presidencia de Santana Motor, factoría automovilística de la que el IFA es el máximo accionista. El cambio que se ha producido estaba previsto desde que Durbán dejó precisamente la presidencia del IFA, pero se aplazó hasta que quedase finalizado el Plan de Acción de Santana (PAS), por el que se segregó la compañía y se privatizaron las líneas de producción más rentables. Una vez que Durbán ha finalizado el proceso, ha vuelto a dejar la gestión en manos de este organismo dependiente de la Junta de Andalucía.

Su salida ha motivado también la de Juan Carlos Ollero Pina, vocal en el Consejo de Administración, que ha sido sustituido por Antonio Rodríguez, adscrito igualmente al servicio de Empresas Participadas. De estos dos cambios se informó ayer en la junta general de accionistas celebrada en Sevilla para analizar el balance de datos de 2001. El nombramiento de Gallego Morán ha sido por unanimidad.

Salvador Durbán fue el encargado de dirigir todo el proceso que terminó con la privatización de una parte de Santana, condición que se fijó como imprescindible para reflotar una empresa que tenía constantes pérdidas, concretamente de más de 35 millones de euros hace dos años.

Reducción de plantilla

El IFA llegó a un acuerdo con los representantes de los trabajadores y la plantilla de Santana pasó de estar compuesta por 1.600 trabajadores hasta los 631 de la actualidad. Los que no siguen en la factoría automovilística de Linares se acogieron a bajas incentivadas, prejubilaciones o pasaron a las nuevas empresas privadas que se han hecho cargo de las líneas segregadas.

La privatización ha supuesto que las pérdidas económicas en el ejercicio de 2001 hayan descendido en un 70% respecto al año anterior, según se puso de manifiesto ayer en la junta general ordinaria de accionistas.

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El ejercicio de 2001, según un comunicado hecho público por el IFA, estuvo caracterizado en Santana por las continuas fluctuaciones de la moneda japonesa, el yen, por la dependencia de la fábrica de Suzuki, con quien mantienen licencia comercial para construir vehículos; por el retroceso sufrido en el sector de los cuatro por cuatro; y por el hecho de que durante todo el año no se recibió 'ninguna subvención ni para los trabajadores ni para la inversión' por parte del Gobierno central, a pesar de estar ya aprobadas por la Unión Europea.

El Consejo de Santana mantiene que venderá el próximo año 5.000 unidades del modelo Aníbal y que el parque de proveedores, una de las iniciativas del plan de acción de Durbán, ha creado 250 nuevos puestos de trabajo, que se unen a los 420 ocupados ya por ex empleados de Santana.

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