Cultura prepara un decreto para liquidar el régimen funcionarial de los músicos de la ONE

Las aguas tormentosas que estos días caen sobre la Orquesta Nacional parece que no escampan. El Ministerio de Educación, Cultura y Deporte pretende acabar con el régimen funcionarial de la formación para que ésta afronte el futuro con más flexibilidad. 'Estamos empeñados en sacar adelante unas nuevas normas para la orquesta que establecen un marco no funcionarial', aseguró ayer Luis Alberto de Cuenca, secretario de Estado de Cultura. 'Eso sería el gran desastre', replica Salvador Escrig, portavoz de la ONE. La batalla parece servida, pero ambos coinciden en algo: es necesario el diálogo.

'¿Quién puede mantener hoy una fórmula funcionarial para una orquesta?', se pregunta Luis Alberto de Cuenca. La Orquesta Nacional de España (ONE), que tiene 122 plazas, cuenta con 39 vacantes, de las que 28 están cubiertas con contratos temporales de un año. Las 11 restantes no tienen a nadie asignado. El nuevo reglamento no afectaría a los 83 profesores que forman parte del cuerpo estatal, pero sí a la forma de cubrir las plazas a partir del día en que entre en vigor. 'Respetaremos los derechos adquiridos. Lo que hacemos es una apuesta para el futuro; la orquesta debe ser competitiva en la gestión, algo que ya es, y de sobra, artísticamente', según el secretario de Estado.

También el real decreto puede afectar a la financiación actual de la formación y los coros, que tienen un estatuto aparte. Los 16,23 millones de euros de su presupuesto salen de las arcas del Estado y de las recaudaciones en taquilla. En el futuro podría incorporarse el patrocinio, algo que le gustaría a De Cuenca. 'Estoy a favor de esa solución', asegura.

La nueva norma ha sido redactada por los responsables del Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música (INAEM), que dirige Andrés Amorós, y debe contar con el visto bueno de los ministerios de Administraciones Públicas y Hacienda. 'Lo queremos tener a punto cuanto antes, pero son trámites complicados que están ya cerca de resolverse', asegura De Cuenca.

Una sesión histórica

La elaboración de este real decreto se hizo pública por primera vez en el pleno del Senado celebrado el pasado día 9. Esa sesión fue un hito en la historia de la orquesta porque se habló de ella durante más de una hora en la cámara, pero también fue una sorpresa para los miembros de la misma, que desconocían la iniciativa que cambiará las actuales normas vigentes, que datan de 1995.

Esto ha creado malestar entre los músicos, que la semana pasada decidieron no hacer ensayos extraordinarios para tres conciertos, algo que les costó la bronca del público el pasado domingo cuando en el concierto, que iba a ser dirigido por Eliahu Inbal, en vez de la Novena Sinfonía de Mahler que estaba en el programa, sonó la Primera. Inbal había pedido dos ensayos extraordinarios para asegurar el éxito de la Novena, algo que los músicos se negaron a hacer como forma de protesta.

Salvador Escrig, portavoz de la orquesta, cree que la mezcla de un régimen funcionarial de algunos profesores con otro temporal será 'el gran desastre'. Asegura que han anunciado por escrito que están dispuestos a tomar más medidas, como negarse a actuar más tarde de las doce de la noche, algo que les obligaría a suspender alguna actuación, concretamente el próximo 21 de junio en Granada. ¿Y una huelga? 'Si nos obligan, iremos, no lo hemos descartado'.

Pero todo podría resolverse con más diálogo, algo que los representantes de la orquesta niegan que haya y que los del ministerio están dispuestos a ofrecer. 'A nosotros nadie nos ha llamado todavía después de lo que pasó el domingo en el auditorio', dice Escrig, refiriéndose al altercado en el que un sector del público les tildó de 'vagos', 'zánganos' e, ironías de la vida, 'funcionarios'. Sin embargo, De Cuenca y Amorós están ansiosos por dar explicaciones, según comentan ellos mismos. 'Este modelo de futuro debe ser pactado. Cuando establezcamos el nuevo marco, lo someteremos a un diálogo', asegura el secretario de Estado. Mientras, el director del INAEM dice que también está abierto a hablar y a explicar el proyecto 'las veces que sea necesario'. Incluso en el Senado, donde el PSOE ha solicitado su comparecencia para hacerlo. 'Lo de poder exponerlo en el Senado es lo ideal, estoy deseándolo', asegura Amorós.

El origen de la Orquesta Nacional data de 1942, pero sus músicos tienen estatuto de funcionarios desde 1946. 'Era la única forma de entrar a trabajar para el Estado', afirma Félix Palomero, su director técnico. Esta condición se ha querido cambiar varias veces, la última en 1999, cuando Tomás Marco, entonces director del INAEM, quiso que los músicos pasaran a formar parte de un cuerpo especial del Estado.

Actualmente, convocar una plaza es un auténtico galimatías que no depende exclusivamente del Ministerio de Educación y Cultura. 'Tiene que haber una oferta pública de empleo', afirma Palomero, lo cual retrasa el trámite. El director técnico asegura que uno de los principales problemas de la orquesta son las contrataciones, porque en otras cosas la orquesta funciona bien. 'La pasada temporada hemos dado 96 conciertos y contamos con 6.462 abonos, un 90% de la oferta total', afirma.