_
_
_
_
_
DOCTORADO

La UE propone un doctorado común

El ministerio dice que funcionará en 2004

Para que la sociedad europea llegue a ser la más competitiva del mundo antes de 2010 hace falta mejorar la calidad de los estudios doctorales, convirtiéndolos en garantía de excelencia investigadora. Así cobrarán más peso y prestigio y darán acceso directo al mercado de trabajo a quienes los cursan; con este fin hay que promover la movilidad de los alumnos y la interconexión entre las universidades, para que, por ejemplo, se pueda comenzar un doctorado en España y leer la tesis en Alemania.

Para que la sociedad europea llegue a ser la más competitiva del mundo antes de 2010 hace falta mejorar la calidad de los estudios doctorales, convirtiéndolos en garantía de excelencia investigadora. Así cobrarán más peso y prestigio y darán acceso directo al mercado de trabajo a quienes los cursan; con este fin hay que promover la movilidad de los alumnos y la interconexión entre las universidades, para que, por ejemplo, se pueda comenzar un doctorado en España y leer la tesis en Alemania.

Éste es el resumen de las conclusiones con las que se ha cerrado la cumbre universitaria de Córdoba, un encuentro que reunió a los máximos responsables de la enseñanza superior de los países de la Unión Europea, más Islandia y Noruega.

El director general de Universidades del Ministerio de Educación, Ismael Crespo, calculó que el doctorado común europeo puede ponerse en marcha en un plazo de dos años, porque, según dijo, no existen grandes diferencias entre los sistemas de los países miembros, y las distancias son salvables a corto plazo, sobre todo si se establecen redes temáticas interuniversitarias que favorezcan los intercambios.

Lo que no le pareció tan fácil al director general fue convencer al sector privado español de las potencialidades profesionales del doctorado. Hasta el momento, recalcó Crespo, de cada tres personas que disponen de este título, dos trabajan en instituciones públicas, sean universidades o centros de investigación; sólo un 16% de ellos ha encontrado empleo en empresas privadas, y no desempeñan puestos concebidos y dotados para doctores. A su juicio, esto es un síntoma del escaso reconocimiento que tiene el doctorado entre los empresarios.

El rector de la Universidad de Córdoba, Eugenio Domínguez, recordó que en España ya se han hecho experimentos en esta línea, tratando de incorporar doctores tecnólogos a las empresas, 'pero han tenido poca incidencia, por no decir que fracasaron'. Domínguez señaló que la última reforma de los estudios de doctorado en nuestro país 'aportó poco, porque ganamos en complejidad, pero no en calidad'.

Para avanzar en la calidad, todos los portavoces insistieron en la necesidad de que el doctorado entre en los sistemas de evaluación, acreditación y certificación, a través de agencias nacionales y transnacionales.

El director de Educación de la Comisión Europea, David Coyne, lo explicó así: 'Tenemos que optimizar nuestros recursos, tenemos que asegurarnos de que seleccionamos bien a los alumnos, de que los profesores son los adecuados, de que los programas cuentan con la financiación necesaria, de manera que estos estudios tengan un impacto social real'.

Estos buenos propósitos podrán transformarse en propuestas concretas, con cifras y plazos, en la conferencia de Berlín en 2003, según reconocieron Crespo y Coyne. De momento, aseguraron, es demasiado pronto para comprometerse.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_