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Crónica
Texto informativo con interpretación

El Madrid pierde la cabeza

Osasuna despacha a los de Del Bosque, demasiado tibios, y el Valencia recupera el primer puesto - El Depor, a dos puntos de la cabeza, visita el domingo Mestalla sin Mauro Silva - El Barça, enganchado a Saviola, se queda a seis puntos del líder - Los ocho últimos consiguen puntuar y se mantiene el apretón en la cola

José Sámano

Veinticuatro horas después de que el Valencia aflojara en Mallorca, el Madrid se derritió en Pamplona tras un nefasto primer tiempo. Un periodo en el que Osasuna, enredado hasta el cuello en la zona de descenso, atizó de lo lindo a los de Del Bosque, que vivieron un calvario.

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Los navarros rescataron los atributos que durante décadas les distinguieron, sobre todo en El Sadar, un fortín del que era habitual que los grandes salieran bien magullados. Ayer, a toque de corneta, como en los viejos tiempos de Iriguíbel y su tropa, Osasuna metió el cuchillo en cada jugada y dejó al Madrid colgado del larguero de César. Una mano tibia del portero madridista aceleró el primer gol local, logrado por Fernando. Por si hubiera dudas, Alfredo, uno de los jugadores más pequeñitos de Primera, peinó el flequillo de César con una vaselina llena de belleza e inteligencia. Poco después, con el Madrid desquiciado y con la lengua fuera, Helguera frenó de mala manera a Rosado cuando era el último guardián: roja y a la ducha.

A falta de fútbol, lo que nunca tuvo, el Madrid del segundo tiempo expuso casta, mucha casta, pero no le alcanzó pese al gol del deprimido Morientes. La jugada del tercer tanto pamplonés definió a la perfección el espíritu blanco tras el descanso: Raúl, achicando agua como lateral derecho, se comió un amago de Lekumberri, que sirvió un magnífico centro para el voleón de Rosado.

La derrota madridista, que devolvió la cabeza al errático Valencia del sábado, dio vida al Depor y al Barça. Los gallegos, a dos puntos del Valencia, despacharon al Espanyol

sin despeinarse. Tristán y Makaay, por dos veces, cerraron el partido en el primer tiempo. Con los deberes hechos, la mala noticia para Irureta fue la expulsión del impagable Mauro Silva. Su baja siempre es capital, pero el domingo, en Mestalla, hay un partido de alto voltaje, una cita para tipos con cuajo de verdad.

Otro que ya resulta decisivo es Saviola, que adelantó al Barça frente al Alavés y anestesió el duelo cuando los vitorianos más amenazaban. Con Kluivert lesionado y Rivaldo en la sala de urgencias del banquillo, el conejito -ha marcado cinco goles en los tres últimos partidos- dejó al Barça a seis puntos de la cabeza, una distancia que aún le permite soñar.

También sueñan los ocho últimos de la clasificación tras una jornada en la que todos puntuaron, con lo que siguen en rojo todas las alarmas. Esta Liga, por arriba y por abajo, es una noria con tan sólo cuatro giros por delante.

Zidane y Raúl se preocupan por Figo, que se duele en el suelo, durante el Osasuna-Real Madrid.
Zidane y Raúl se preocupan por Figo, que se duele en el suelo, durante el Osasuna-Real Madrid.LUIS AZANZA

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Sobre la firma

José Sámano
Licenciado en Periodismo, se incorporó a EL PAÍS en 1990, diario en el que ha trabajado durante 25 años en la sección de Deportes, de la que fue Redactor Jefe entre 2006-2014 y 2018-2022. Ha cubierto seis Eurocopas, cuatro Mundiales y dos Juegos Olímpicos.

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