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Crónica:Flandes | CICLISMO
Crónica
Texto informativo con interpretación

Tafi se aprovecha del marcaje de los belgas para ganar su tercer 'monumento'

Después de Cipollini en la Milán-San Remo, Tafi en el Tour de Flandes. Por lo que parece, para ganar una prueba de la Copa del Mundo de ciclismo esta temporada hay que ser toscano y tener 35 años. Y tener personalidad y carácter, como las cualidades que ayer mostró Andrea Tafi, muchas veces corredor generoso y alocado, para imponerse en Meerbeke y ganar el tercer monumento de su carrera, tras el Giro de Lombardía de 1996 y la París-Roubaix de 1999.

La inclusión, tras 15 años de ausencia, del Koppenberg, el monte flamenco de piedras, apenas medio kilómetro de longitud y una pendiente máxima del 22%, en medio de los 16 montes del menú, marcó la carrera. Fue allí donde se desgajó el grupo de los ocho más fuertes, con Tafi, Nardello, Museeuw, Van Petegem, Cassani, Hincapie, Sorensen y Missaglia. Posteriormente, a 17 kilómetros de la llegada, el otro juez habitual de la ronda, el Muro de Grammont, hizo su trabajo. Cinco se jugarían el triunfo. Museeuw, que buscaba su cuarta victoria, y Van Petegem, eran los favoritos. Su vigilancia mutua les impidió liberarse en el Bosberg, el último monte. Finalmente, a cuatro kilómetros de la meta, Tafi se aprovechó del miedo de los belgas. Atacó y se fue solo.

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