El plan de la ONU sobre el envejecimiento propone retrasar la edad de jubilación

La población mundial envejece con rapidez: en 2050, el 21% de los habitantes del planeta tendrán más de 60 años y tres de cada cuatro vivirán en países en desarrollo. Este cambio demográfico tendrá grandes repercusiones, que abordará la Segunda Asamblea Mundial sobre el Envejecimiento de Naciones Unidas. Se celebrará en Madrid la próxima semana para decidir un plan de acción. Entre las propuestas figura permitir que los mayores trabajen tanto tiempo como sean capaces de hacerlo de forma productiva. El plan también propone 'nuevas formas de jubilación flexible y voluntaria'.

El secretario general de la Organización de Naciones Unidas (ONU), Kofi Annan, y el presidente del Gobierno, José María Aznar, inaugurarán el próximo lunes la II Asamblea Mundial sobre el Envejecimiento, organizada por España. Concluirá el viernes. Al encuentro asistirán delegaciones de 160 países (en principio se esperaban 189). La mayor parte tendrán rango ministerial. Sólo está prevista la llegada de seis jefes de Estado (Albania, Honduras, Guinea Ecuatorial, Yemen, Gabón y Andorra). Previamente se celebrará el Foro de Organizaciones No Gubernamentales (del 5 al 9 de abril), cuyas conclusiones se elevarán a la asamblea.

La cumbre de Naciones Unidas tiene dos objetivos principales, según explicó ayer el ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Juan Carlos Aparicio. El primero es la adopción de un plan de acción internacional que incluya las estrategias a largo plazo para afrontar las consecuencias del creciente envejecimiento del planeta. La segunda meta es la aprobación de una declaración política que recoja el compromiso de los Estados para aplicar políticas integrales en una situación marcada en términos generales por el descenso de la natalidad y el aumento de la longevidad.

- Consenso y no confrontación. Según el ministro Aparicio, hay un consenso de 'más del 60% o del 70%' en la totalidad de los textos que deben aprobarse. Fuentes próximas a la organización española consideran que es un porcentaje 'bastante elevado' y confían en que las negociaciones permitan salvar los escollos pendientes. Esta asamblea 'llama a la cooperación, y no a la confrontación', sostiene Aparicio.

- Trabajar más tiempo. El plan de acción internacional aborda distintas cuestiones. Entre ellas figura la vida laboral. El proyecto 'aconseja que las personas mayores tengan la oportunidad de continuar trabajando tanto tiempo como sean capaces de hacerlo de forma productiva', según la información facilitada por Trabajo. 'El desempleo, el subempleo y las rigideces del mercado laboral suelen impedirlo, restringiendo así las oportunidades de las personas y ocasionando pérdidas a la sociedad', añade el borrador del plan. Este documento asegura que son 'esenciales' 'las políticas para extender la vida laboral, como las de jubilación flexible, para permitir a la gente que combine el trabajo con otras actividades'.

- Jubilación voluntaria. Entre las acciones propuestas que incluye el borrador del plan figura 'suprimir las barreras de edad en el mercado laboral formal y evitar que aparezcan las desventajas que sufren en el empleo los trabajadores que envejecen'. También apuesta por suprimir 'todas las formas de jubilación obligatoria' y por promover el empleo por cuenta propia de las personas mayores.

- Pensiones. En la asamblea se abordará la creación y el mantenimiento de los sistemas de protección social y pensiones (en los países en desarrollo menos de un 20% de los trabajadores tienen seguridad social). En 2000 había nueve personas en edad de trabajar por cada una con 65 o más años. En 2050 la relación será de cuatro a uno.

- Salud y bienestar. En la reunión se estudiará la necesidad de integran el envejecimiento en las estrategias de desarrollo. El plan de acción apuesta por promover la salud y el bienestar de la población mayor y la atención a las personas dependientes. Igualmente auspicia la solidaridad intergeneracional.

- Cooperación pública y privada. La cumbre prestará 'especial atención' a las medidas concretas para abordar el envejecimiento, que cada país adaptará a su propia realidad, según el ministro Aparicio. También se estudiará cómo coordinar la acción entre el sector público, las ONG y el sector privado.

- Recursos para el cambio. La asamblea tendrá un fuerte componente económico. Por un lado, los países desarrollados, en los que el envejecimiento es ya un hecho, deben plantearse cómo movilizar recursos para afrontar una situación que provoca un aumento en los gastos sanitarios, asistenciales y de pensiones. Por otro, las naciones menos desarrolladas padecen una grave falta de recursos para afrontar la transición demográfica que ya ha comenzado en muchos de ellos: baja la natalidad, aumenta la esperanza de vida y escasean las redes asistenciales para los mayores.

- Ayuda a los países pobres. En el encuentro habrá un llamamiento a la cooperación internacional con los países desfavorecidos donde muchos mayores afrontan la pobreza. También se plantea la necesidad de reducir a la mitad la pobreza entre las personas antes del año 2015.

- Envejecimiento global. En el año 2000 había 600 millones de mayores de 60 años. Suponían el 10% de la población total. En el año 2050 serán el 21%, según las proyecciones demográficas de la ONU. A mediados del siglo XXI, jóvenes y mayores supondrán un porcentaje idéntico de la población mundial (estos últimos serán más que los jóvenes en algunos países). La proporción de niños bajará del 30% al 21%. La esperanza de vida pasará de 66 a 77 años. Los países en desarrollo concentrarán más del 85% de la población mundial. La humanidad nunca había sido tan vieja como ahora. Y aún lo será más.