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Una antológica de Fernández Mazas saca del olvido al pintor

El Círculo de Bellas Artes documenta la vanguardia del artista

Vanguardia, militancia y olvido. El subtítulo de la antológica del pintor y escritor gallego Cándido Fernández Mazas (1902-1942), abierta ayer en el Círculo de Bellas Artes de Madrid (Marqués de Casa Riera, 2, www.circulobellasartes.com), resume la trayectoria del pintor y escritor gallego. Dibujos, cuadros, libros y objetos documentan una obra desconocida en el contexto de la generación de la República.

'Fuera de los tópicos hay mucho que recomponer', afirmó ayer el director del Círculo de Bellas Artes, César Antonio Molina, en la presentación de la antológica de Cándido Fernández Mazas, 'una exposición que reivindica su presencia en la historia del arte del siglo XX'. Situó la obra del artista como colaborador y animador de revistas culturales de las primeras décadas del siglo en Galicia, como Nós y Alfar, sobre la que montó una exposición en 1984, donde intervinieron también escritores y artistas como Alberti, Borges, Barradas, Dalí, Bores y Ferrant.

Un poema de José Ángel Valente, que no llegó a escribir un texto para el catálogo, abre el montaje sobre Fernández Mazas como pintor, dibujante, ilustrador, teórico del arte y autor de teatro, aspectos que ha documentado durante los últimos años el comisario de la muestra, Xosé Manuel Bouzas, que ha investigado, sobre todo en París y Madrid, una obra escasa en producción, dispersa y con frecuencia perdida, por los efectos de la guerra civil y la temprana muerte del autor.

El filósofo Carlos Gurméndez, que definió al artista como un 'individuo armónico de aptitudes múltiples', y el pintor Eugenio Fernández Granell, como director de la revista El combatiente rojo del POUM, fueron recordados ayer como los ausentes en la recuperación de la figura de Fernández Mazas. 'Esta generación de la República, que fue masacrada por la guerra, influyó mucho en la formación de la siguiente generación, que los consideraron sus maestros', afirmó César Antonio Molina.

Dos paragüeros de porcelana, como ilustración de las distintas ocupaciones artísticas de Fernández Mazas, figuran en el comienzo del montaje, que Xosé Manuel Bouzas ha dividido en las cuatro décadas que vivió el autor, desde sus comienzos y descubrimiento de la vanguardia, que se consolida en los años veinte con la revista Alfar, y sus viajes a París. Los años treinta se centran en el teatro y su colaboración con las Misiones Pedagógicas. Bouzas ha logrado reunir una selección de 40 dibujos (de los 700 existentes), pocos cuadros (otros desaparecieron en la guerra) y numerosos objetos, que se reproducen en un catálogo de 400 páginas. La muestra del centenario del artista, patrocinada por Caixa Galicia, viajará después por varias ciudades.

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