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Una operativa iniciada por Pedro de Toledo en 1987

El caso que ha estallado en torno a la cuenta secreta del BBVA empezó a gestarse hace 13 años. En 1987, el Banco Vizcaya, presidido entonces por Pedro Toledo, constituyó una sociedad en la Isla de Jersey para pedir créditos a diferentes entidades, comprar acciones del Vizcaya (más de un 5%) y defenderse así de una operación hostil preparada por Torras-KIO y su entonces responsable, Javier de la Rosa, contra la entidad. Tras un tiempo de negociaciones, no hizo falta utilizar las acciones para contrarrestrar la operación, por lo que se decidió vender los títulos. El Vizcaya ganó dinero con la operación, pero las plusvalías se mantuvieron en el Canal. Se mantuvieron incluso cuando el Vizcaya se fusionó con el Banco de Bilbao tras intentarlo antes, sin éxito, con Banesto.

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En 1996, con la llegada de Francisco González a la presidencia de Argentaria, el BBV decidió tomar posiciones y comprar un paquete importante de acciones de la entidad en proceso de privatización. La compra, que según algunas fuentes pudo ser de un porcentaje significativo del capital, superior al 3%, pretendía ser una ventaja para el BBV en caso de iniciar un proceso de fusión inmediato.

Beneficios

Tras mantener las acciones durante casi un año, entre diciembre de 1997 y enero de 1998, se vendió también este paquete con pingües beneficios. El importe de las ventas y las plusvalías generadas sumaban ya un total de 225 millones de euros (37.500 millones de pesetas).

El 19 de octubre de 1999 se fusionaron BBV y Argentaria. Hasta el siguiente año, según las fuentes consultadas, Emilio Ybarra no dio cuenta al otro copresidente, Francisco González, de la existencia de la sociedad. González ya tenía gente de confianza revisando papeles del banco y la existencia de la cuenta, previa regularización, se puso en conocimiento del Banco de España, que bajo la dirección de Jaime Caruana, decidió no abrir un expediente de forma inmediata.

La apertura del expediente se produjo, al fin, el pasado viernes, cinco días después de que el suplemento económico de El Mundo publicara una información en la que, sin ofrecer más detalles, hablaba de la existencia de cuentas secretas del banco en el exterior y las relacionaba con la precipitada salida de la presidencia de Emilio Ybarra.

El banco asegura que, hasta la fecha, 'ha atendido los requerimientos que el Banco de España le ha efectuado', lo que podría haber motivado la demora de la autoridad supervisora en la apertura del expediente.

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