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CUMBRE DE BARCELONA

El 24% de los ciudadanos cambió ayer de medio de locomoción

Las autoridades de Tráfico llaman a seguir usando transporte público

Blanca Cia

Hace una semana, los máximos responsables del Servicio Catalán del Tráfico, de la Autoridad del Transporte Metropolitano (ATM), y del Área de Circulación del Ayuntamiento de Barcelona reconocían que era muy difícil hacer cambiar de hábitos a la ciudadanía con tan poco tiempo y, además, para sólo 48 horas, los dos días de la cumbre.

Por eso, el mensaje de la necesidad de utilizar el transporte público y dejar el coche en casa ha sido insistente. El 70% de los encuestados consideró que la información recibida sobre las afectaciones de tráfico y las alternativas de transporte público había sido suficiente. También dentro de este sondeo, el 85% de los preguntados creía que la red de transporte público cumple con las necesidades de movilidad.

A lo largo del día de ayer se incrementó la frecuencia de paso del metro, sobre todo en la línea 3, y también se reforzaron las líneas de autobuses de la parte alta de la ciudad. En el caso de Renfe y Ferrocarrils de la Generalitat (FGC), no se aumentó la frecuencia de trenes sino el número de vagones de cada convoy. Los ferrocarriles prolongaron el servicio propio de las horas punta. 'Ello demuestra que si el mensaje es claro e insistente sirve para disuadir a los conductores particulares', manifestaba ayer Francesc Ventura, director de la ATM, quien reconocía que el resultado de la primera jornada de la cumbre le había sorprendido: 'Todos pensábamos que sería muy difícil y, de hecho, el resultado hubiera sido distinto con las universidades y la zona de colegios en activo'. En opinión de Ventura, otra de las lecciones de la jornada de ayer es que una reducción del tráfico en los accesos reduce la intensidad de la circulación en toda la ciudad de modo que los autobuses pueden aumentar su volocidad, con lo que el transporte público es más eficiente.

Llamada a la cautela

Donde sí se notó la anormalidad de la jornada fue en el ferrocarril del aeropuerto, que ayer registró cifras de utilización nada habituales, informa Dulce Valero. Los insistentes anuncios de que habría restricicones en la vía que une Barcelona con el aeropuerto disuadieron a un gran número de conductores.

Las restricciones de tráfico y el refuerzo de los transportes -las dos estaciones del final de la línea 3 estarán operativas a partir de las cuatro de la tarde del sábado- se mantendrán durante el día de hoy. Por eso, las autoridades del tráfico insistían ayer en la necesidad de continuar dejando los vehículos particulares en csa y evitar en la medida de lo posible los desplazamientos a la ciudad. Igualmente aconsejaban utilizar los aparcamientos disuasorios situados en diferentes localidades del Baix Llobregat, que durante eldía de ayer permanecieron prácticamente vacíos.

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Meritxell: del coche particular al tren

Meritxell es una de las conductoras que entran a la ciudad a diario. Vive en Terrassa y trabaja cerca del hotel Hilton, junto a la avenida Diagonal. En coche suele acceder por la A-7 y la Diagonal e invierte unos 45 minutos, o bien por los túneles, por los que tarda 35. Ayer optó por los Ferrocarrils de la Generalitat hasta Sarrià y desde allí, caminando, hasta su oficina. 'En total, 55 minutos, pero de bajada, porque ahora, de regreso, tardaré por lo menos 20 más porque hace subida. Por eso y porque suelo salir tarde, utilizó el coche en vez del transporte público'.

Josep: periplo con tarjeta multiviaje

Josep no sabía lo que era una tarjeta multiviaje T-10 hasta ayer. Se mueve mucho por la zona del Baix Llobregat y el Barcelonès, y suele utilizar siempre su vehículo particular. Vive en Sant Joan Despí y ayer optó por cambiar al transporte público para ir al aeropuerto. Fue con Renfe desde Cornellà -es la estación que queda más cerca de su domicilio- hasta Sants y de allí, con el tren, al aeropuerto. De regreso cogió también el tren del aeropuerto y luego optó por la línea 5 del metro hasta Sant Ildefons. En total 45 minutos. 'Mucho más de lo habitual', concluía.

María: sin clase por cierre del colegio

María estudia 4º de ESO en el Liceo Francés y, como el resto de sus compañeros, ayer se quedó en casa porque la dirección de su colegio decidió suspender las clases debido a que se preveía que las restricciones de tráfico impidieran el acceso de muchos alumnos al centro. Ella vive en el Eixample y habitualmente toma el autobús 63 para ir a la escuela. Explica que hubiera podido ir igual, pero no así muchos de sus compañeros. El cierre de dos días le ha supuesto acumular materias -y algunos exámenes- en los tres primeros días de la semana.

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Sobre la firma

Blanca Cia
Redactora de la edición de EL PAÍS de Cataluña, en la que ha desarrollado la mayor parte de su carrera profesional en diferentes secciones, entre ellas información judicial, local, cultural y política. Licenciada en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona.

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