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El gigante de la energía Enron camufló préstamos millonarios durante años

Enron, la empresa energética que dio lugar a la mayor suspensión de pagos de la historia, utilizó diversas argucias financieras para desviar la atención sobre su maltrecha contabilidad. El último descubrimiento, publicado en la edición de ayer del diario The New York Times, indica que el gigante estadounidense presentaba como partidas de respaldo financiero lo que no eran sino préstamos. De este modo consiguió ocultar en sus cuentas miles de millones de dólares en deudas.

Si Enron hubiera registrado estas partidas como deudas en lugar de como colchón financiero, las agencias de calificación de riesgo y los analistas industriales habrían descubierto con anterioridad que invertir en esa compañía era más arriesgado de lo que parecía, señala el diario estadounidense.

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En total, Enron recibió 3.900 millones de dólares (4.466 millones de euros) en préstamos entre 1992 y 2001. De ellos, al menos 2.500 se consiguieron en los tres últimos años de negocio de Enron. Las deudas por préstamos se sumaban a la deuda oficial de entre 8.000 y 10.000 millones de dólares contabilizados desde 1999.

Al mismo tiempo que se desvelan las estrategias financieras de la empresa, las conexiones entre Enron y el Gobierno estadounidense se hacen cada vez más evidentes. Poco antes de las elecciones presidenciales de 2000, el consejero de George W. Bush Ralph Reed ofreció a Enron la posibilidad de intentar desregular el sector eléctrico trabajando con sus 'buenos amigos' en Washington.

El asesor de Bush, según publicaba ayer el diario The Washington Post, se mostraba dispuesto a impulsar toda una campaña para presionar al Congreso en favor de una legislación a la medida de Enron. Todo ello por la módica cantidad de 380.000 dólares (435.000 euros). La campaña incluía también la movilización de líderes religiosos y colectivos de defensa de la familia para apoyar la liberalización del sector.

Otro elemento clave para demostrar los vínculos entre la Casa Blanca y Enron es la correspondencia entre Bush y el presidente de Enron, Kenneth Lay. Unas dos docenas de cartas, incluidas felicitaciones de cumpleaños o postales de vacaciones, demuestran la cercanía de ambas familias, según informó ayer la edición digital de la cadena CNN. Lay pidió muchas veces a Bush que intercediera por Enron cuando era gobernador de Tejas.

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