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Pasarela Cibeles abre con la vuelta del color negro y las pieles

Los ex disidentes desfilan en un mismo día

La 35ª edición de la Pasarela Cibeles, con las propuestas para el otoño-invierno 2002-2003, comienza hoy en Ifema de Madrid con un presupuesto de 1,8 millones de euros y la reincorporación de los modistas disidentes. Como telón de fondo, la agria polémica de rivalidades entre Madrid y Barcelona por la titularidad y ubicación de la Pasarela Internacional del Plan Global de la Moda. En los jóvenes hay esta vez cuatro esperanzadoras incorporaciones.

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Si se pregunta a los modistas por las crisis (tanto la mundial desatada por los atentados del 11 de septiembre como la doméstica entre Gaudí y Cibeles), todos salen por peteneras y comienzan a hablar de pliegues, texturas, colores y anticolores. La moda es así, y los estilos hoy en día son esquivos. Resulta casi imposible hablar de tendencia en singular, ya que cada temporada se concilian, por azar o por talento, influencias extemporáneas con circunstanciales, que van desde los sucesos políticos hasta los iconos mediáticos. Cada modista vuela por su cuenta y riesgo.

Juan Duyos encontró casi por azar a las tapadas de Lima, una moda de las señoras criollas del siglo XVIII que ha inspirado su colección invernal. 'También hay algo de folclor', apunta.

Mongolia ha servido de inspiración a Roberto Verino. 'He rebuscado en el ambiente étnico y nómada. El desfile está basado en el viaje y los mestizajes, con una reflexión sobre el Oriente como referente y lo que influye en el mundo occidental de hoy'.

Jesús del Pozo sigue su principio de que sus colecciones 'no están marcadas intencionalmente por las tendencias. Hay muchos pliegues, manipulaciones de tejidos y una investigación de los entalles asimétricos. Hay patrones que son verdaderos jeroglíficos'.

Un mueble premodernista vienés es el motivo de Modesto Lomba. 'Se trata de un secreter de Mackintosch que decoró su mujer, Margaret Macdonald. Allí vi una dicotomía: lo masculino, representado por la construcción del mueble, y lo decorativo representando a la mujer. Este año uso la seda termoacolchada en los abrigos'.

Ángel Schlesser se adentró en 'el juego masculino-femenino, con un aire militar, de faena, en colores empolvados'; Pedro del Hierro no duda en calificar de 'muy cosmopolita' su inspiración, 'todo un estudio del color sanguina, desde los tonos más claros a los más profundos y, claro, un poco de negro'. Fernando Lemóniez también se acerca a lo militar, con dobles botonaduras y puños anchos: 'He seguido una experimentación progresiva en los cortes. Por ejemplo, con la manga japonesa con cuadradillo. Uso el visón para cuellos y escotes y predomina el negro'.

Francis Montesinos buscó la justificación en la alta costura. 'Me inspiré en Balenciaga', dice. 'No sé lo que diría si levantara la cabeza, pero siempre hemos aprendido de él el fondo del oficio. De ahí los fucsias y los rojos'. Javier Larrainzar se encuentra en una etapa de reafirmación, y afirma: 'Mi colección será muy sexy, con faldas muy cortas y una noche sofisticada; los tejidos y su riqueza material me dictan las líneas, que ahora puedo calificar de más jóvenes'.

La pureza de líneas es el desafío de Roberto Torretta. 'Los tejidos armados de tradición me permiten cortes complejos y provocar entallados muy severos. También uso los troquelados en piel'.

Julie Sohn insiste en el proceso de depuración: 'Voy con más libertad conmigo misma, con mezclas de brillo y patinados en un colorido neutro y mucho negro'. Miguel Palacio también propone el negro. 'Hago de lo comercial lo que quiero', afirma. 'Me he dado el gusto de saltarme a la torera cortapisas y convenciones. Ha habido más pasión que cabeza al traducir esos modelos al mercado'.

Spastor hace un concepto único del hombre y la mujer. 'La inspiración es les minets sauvages, con patinados y tejidos envejecidos, y con abundancia del cachemir 100%'. Antonio Pernas se remite al inicio del siglo XX, buscando un eco poético 'con chaquetas donde hay aún romanticismo. Hemos trabajado encajes, cueros y lanas negras con bordados Swaroski'. Felipe Varela se inspira en la mexicana María Félix y promete una mujer más dulce y sensual.

Cibeles empieza hoy con Javier Larrainzar, Devota & Lomba, Elio Berhanyer, Roberto Torretta y Ágatha Ruiz de la Prada; mañana desfilan Julie Sohn, Miguel Palacio, Kina Fernández, Duyos y Victorio & Lucchino; el miércoles estarán Andrés Sardá, Lemóniez, Felipe Varela, Spastor y Pedro del Hierro; el jueves, los cuatro ex disidentes -Jesús del Pozo, Ángel Schlesser, Antonio Pernas y Roberto Verino-, y el viernes será la jornada de los jóvenes, con cuatro desfiles dobles (Ailanto y Miriam Ocariz, Guillermo Torino y Por Fin!, Alma Aguilar y Yohuate, Jorge Vázquez y Macarena Kindelán), y la clausura, a cargo de Francis Montesinos.

El patrocinio a la moda española de importantes firmas multinacionales, como Moët & Chandon y L'Oreal Paris (que otorga el premio al mejor diseñador joven), ha permitido elaborar un cast cuyo coste llega a los 85.000 euros.

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