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LA CRÓNICA
Columna
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La Palestina de Salah Jamal

Salah Jamal se considera a sí mismo 'un barcelonés de origen palestino'. Nació en Nablús (Palestina) en 1951, pero se trasladó a Barcelona para estudiar Medicina a principios de la década de 1970, se casó con una catalana y aquí se ha quedado. Salah Jamal ejerce de dermatólogo en Barcelona, habla un catalán perfecto y es socio del Ateneo y del Barça, pero a pesar de que ha echado raíces en la sociedad catalana no olvida sus orígenes palestinos. Sus amigos lo saben muy bien, ya que habla de ello a menudo. También conocen sus artes como excelente cocinero, especializado, claro está, en recetas árabes. Hace unos años regaló a los lectores españoles un libro maravilloso: Aroma árabe, relatos y recetas (Editorial Zendrera), en el que vertía algunos de sus secretos culinarios, amenizados con relatos dignos de Las mil y una noches. Fue un éxito que ha recibido varios premios internacionales. Los merecía, sin duda.

Salah Jamal se considera 'un barcelonés de origen palestino'. Es escritor y ha escrito sobre Palestina

Salah Jamal, que también es historiador, publicó el año pasado en catalán otro libro muy distinto: Palestina, ocupació i resistència. Era un libro de historia que pretendía recordar los hechos y repasar los datos del eterno conflicto entre Palestina e Israel. Jamal volvió a triunfar y el libro lleva ya tres ediciones en pocos meses. El editor Ramón Serrano lo ha publicado ahora en castellano en sus ediciones Flor del Viento, con un añadido que sitúa el estado de la cuestión después de los atentados del pasado 11 de septiembre. Para celebrar la edición del libro, la editorial reunió ayer alrededor de una mesa a un conjunto de editores y amigos. Hubo overbooking, porque a estas alturas de la película Salah Jamal ya es un autor con gran poder de convocatoria, y porque el presentador era un peso pesado de la cultura: Manuel Vázquez Montalbán.

Durante el almuerzo no se sirvió comida árabe (abundaban el vino y el jamón), pero se respiró Palestina por los cuatro costados. 'La gran mayoría de la gente', comentó Salah Jamal, 'sabe que la situación actual de la población palestina es injusta, pero no sabe qué hacer para remediarlo. Yo creo, sin embargo, que hay que dar un primer paso, que es el de denunciar la situación de Palestina como un país ocupado'.

Manuel Vázquez Montalbán calificó el libro de 'breviario informativo muy necesario para conocer los orígenes del conflicto' y recordó que su generación había sido en un principio pro judía, 'por la memoria de los campos de concentración, de la diáspora y de los pogromos'. 'Sin embargo, poco a poco', matizó, 'fueron apareciendo las razones que hablaban a favor de los desplazados por el Estado de Israel, que estaba apoyado por grandes grupos económicos de todo el mundo. Con el paso del tiempo queda claro que los palestinos son ahora las víctimas del Estado de Israel. Es evidente que lo son y lo están pagando caro'.

A juicio de Vázquez Montalbán, el libro de Salah Jamal 'es una lección magistral sobre los hechos ocurridos y sobre el desarrollo final', pero se mostró pesimista acerca de una resolución justa del conflicto. 'La paz y la libertad sólo llegan, históricamente, a través de la correlación de fuerzas', reflexionó. '¿Y qué correlación de fuerzas tienen los palestinos? Me temo que el conflicto va para largo'.

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Salah Jamal se dedicó, por su parte, a desmentir algunas de las noticias que aparecen repetidamente en la prensa. Por ejemplo, la que indica que el primer ministro israelí Ehud Barak ofreció a los palestinos el 95% de su territorio. 'Esto es mentira', dijo Jamal, 'porque no incluye la parte árabe de Jerusalén, que es el 20% de nuestro territorio; ni las colonias judías, que representan el 10%, ni las carreteras exclusivas, que son otro 10%. Así pues, sólo nos ofrecen el 95% del 60% de nuestro país. La filosofía de los israelíes parece ser la de 'lo mío es mío y lo tuyo es a repartir'.

Aunque la discusión sobre Palestina estaba previsto que durara sólo unos minutos, ésta se alargó durante toda la comida. Y es que la cuestión palestina apasiona incluso aquí, a muchos kilómetros del conflicto. 'Los europeos saben que tienen que hacer algo, pero no saben cómo moverse', apuntó Jamal. 'Los palestinos estamos solos, porque la solidaridad árabe es una collonada. Siempre nos han utilizado como moneda de cambio. El mundo árabe no se levantará ni por Palestina, ni por Afganistán, ni por nada. No esperamos nada del mundo árabe, pero sabemos que la firmeza de nuestro pueblo es nuestra gran fuerza'.

Acerca de los hombres bomba palestinos, Jamal aclaró: 'Los israelíes hablan constantemente de los suicidas. Dicen que con gente así no se puede dialogar. Pero el problema no es éste. El problema es que el Estado de Israel ha desintegrado la sociedad palestina. El resultado es el suicidio colectivo de todo un pueblo'.

Se habló de más cosas en la presentación, por supuesto. De la política desafiadora de George W. Bush, de la dureza de Ariel Sharon, del confinamiento de Yasir Arafat, de los efectos de los atentados del 11 de septiembre y de cómo puede acabar todo. No en vano el conflicto palestino-israrelí dura desde hace muchos años y está lleno de reminiscencias internacionales. Para tener una información más a fondo, créanme, lean el libro Palestina, ocupación y resistencia, de Salah Jamal.

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