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Crónica:LA CRÓNICA | NACIONAL
Crónica
Texto informativo con interpretación

Zapatero quiere caras nuevas

Soledad Gallego-Díaz

La decisión de José Luis Rodríguez Zapatero y de su ejecutiva de renovar el PSOE y presentarse en las próximas elecciones municipales y autonómicas con el mayor número posible de caras nuevas, no identificadas con la etapa anterior, es inamovible, y no están dispuestos a dar su brazo a torcer frente a las presiones que empiezan a organizarse en algunas federaciones locales o regionales.

'Ésta es una nueva etapa que se traduce en nuevas personas que defienden este proyecto. Y no vamos a cambiar de idea porque creemos que ésa es la línea básica que justifica nuestra presencia al frente del partido. Si cedemos ahí nos olvidamos de todo', opina uno de los miembros de la ejecutiva nacional.

Varios miembros de la ejecutiva socialista admiten que está atravesando un bache y que tienen que desarrollar más el contenido del programa político
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Sin ambigüedades

El incidente Solana (el intento de un sector de la Federación Socialista Madrileña de lanzar la candidatura del actual Mister Pesc europeo para enfrentarla a la de Trinidad Jiménez en las municipales de Madrid) no cogió completamente desprevenido a Rodríguez Zapatero y a su gente. Todos ellos son conscientes desde hace semanas de que su postura de renovación de cargos despierta preocupación y resistencias en algunas zonas del PSOE.

El sector más inquieto, presente en la FSM y en otras federaciones, defiende que la dirección va a correr demasiados riesgos cuando podría recurrir a figuras que ya son conocidas por los ciudadanos y que saben plantear una lucha a cara de perro con los candidatos del PP. Por lo menos, aducen, debería estudiarse esa posibilidad en las batallas más importantes de las elecciones municipales.

'El partido tiene que saber, sin embargo, sin ambigüedades ni dudas, que a José Luis Rodríguez Zapatero no se le ha pasado siquiera por la cabeza dar entrada en las próximas contiendas municipales y autonómicas a personalidades como Javier Solana', asegura tajantemente un miembro de la ejecutiva.

El secretario general del PSOE admite que las municipales de 2003 serán la hora de la verdad para su partido, y también la hora de la verdad para él mismo y para su equipo, con vistas a las generales de 2004. Si los resultados no fueran razonablemente buenos (lo que incluye alcanzar la alcaldía de algunas de las grandes ciudades ahora en manos del Partido Popular) se vería en serias dificultades para controlar los movimientos internos del PSOE.

'Todos somos conscientes de ello y todos estamos dispuestos a correr el riesgo. Las elecciones municipales tienen que reflejar la existencia de un nuevo PSOE, porque ésa será nuestra principal baza y nuestra fuerza cara al año 2004', insiste un diputado próximo a Rodríguez Zapatero. Reconoce, sin embargo, que la dirección socialista debe tener cuidado para no dar la impresión de querer un completo borrón y cuenta nueva, que provocaría desánimo y temor a quedar relegados en el actual grupo parlamentario y en otros órganos del partido.

Preparar los mecanismos por los que se van a realizar las primarias y designar a los candidatos para las municipales y autonómicas se ha convertido en la principal tarea del núcleo duro de la ejecutiva. Esa dedicación interna ha sido también objeto de críticas en algunos sectores del PSOE que quieren una actividad más decidida hacia el exterior. Algunos parlamentarios se quejan, por ejemplo, de que los planes de la ejecutiva para reactivar el liderazgo de Rodríguez Zapatero hayan quedado en agua de borrajas o que, en el mejor de los casos, sean 'poco visibles', así como de la escasa reacción que ha mostrado el partido ante el congreso del PP.

Segunda modernización

Varios miembros de la ejecutiva admiten que la dirección está atravesando un bache y que tiene que tomar medidas para atajar la situación. 'Quizá la impresión de que estamos algo desarbolados se produce más entre los nuestros que entre la gente de la calle; pero, en cualquier caso, existe ese bache, y tenemos que ser conscientes de ello y hacerle frente', admite uno de los dirigentes socialistas.

Los planes que presentó Rodríguez Zapatero en el Comité Federal del pasado viernes forman parte de esa reacción. Los 10 puntos o capítulos que defendió ante el comité resumen un programa más amplio titulado Una segunda modernización de España, que Zapatero quiere convertir en el lema de la reactivación del PSOE durante los próximos meses. 'Sabremos que hemos salido del bache si somos capaces de desarrollar políticamente esos puntos y de hacerlos llegar de una forma atractiva a los electores', confía uno de los dirigentes socialistas que ha participado en su elaboración.

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