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El 'príncipe rojo' marroquí publica su 'testamento político' al exiliarse

El primo de Mohamed VI acusa de conspiración a los servicios secretos

Mulay Hicham, el primo hermano de Mohamed VI, decidió exiliarse, pero antes de marcharse, el miércoles, dejó en Marruecos una auténtica bomba de relojería que estallará este fin de semana cuando los semanarios independientes la publiquen. Y no sin antes lanzar una andanada contra los servicios de seguridad para que se les pare los pies. 'Es ilusorio pensar que se puede edificar algo estable con un Estado en crisis', asegura.

El memorándum del segundo príncipe en la línea de sucesión al trono alauí está dirigido a una comisión de investigación cuya puesta en pie anunció, en noviembre, el ministro del Interior, Driss Jettu, pero que nunca se creó por motivos no explicados.

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El anuncio de su constitución se produjo después de que Mulay Hicham se quejase de la persecución a la que estaba siendo sometido por el principal servicio secreto del país, la Dirección de Vigilancia del Territorio (DST), que dirige el general Hamidu Laanigri. La DST depende del Ministerio del Interior.

Mulay Hicham y toda su familia emigraron voluntariamente el miércoles a EE UU, un país que el príncipe conoce bien porque cursó sus estudios en la Univeridad de Stanford.

El memoránmdum, de 16 páginas, es el relato pormenorizado del intento, por agentes de la DST, de forzar a uno de sus ex empleados a firmar una declaración acusando al príncipe de mantener con fines oscuros 'relaciones frecuentes y secretas' con jerarcas militares.

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'Me indigno contra una manipulación de esta naturaleza que intenta implicarme en una operación de desestabilización del Estado', afirma tras ofrecerse a aportar pruebas y testimonios de la confabulización a unos inexistentes investigadores.

'Es al general Laanigri, director de la DST, al que acuso de estar detrás de este grosero manejo para implicarme en una operación de desestabilización del Estado', prosigue el príncipe. Se pregunta si este militar ha actuado por iniciativa propia, y se inclina por creer que así ha sido.

'Al atacarme', conluye la misiva, 'se ha querido pervertir el debate político ampliado que preconizo para determinar los cauces e instrumentos de una verdadera transición democrática (...)'. 'Estoy decidido a perseverar en esta vía, cualquiera que sea el precio a pagar, y a militar por un Marruecos comprometido con el proceso democrático', añade.

Antes incluso de la publicación del memorándum la prensa marroquí se ha dividido tras conocerse el exilio de Mulay Hicham. Frente al diario Aujourd'hui, que le acusa de tener una gran ambición de poder, otro rotativo, Al Ahdath al Magribia, le respalda y tacha de espías a sus detractores.

Un juramento

El primer ministro marroquí, Abderramán Yussufi, reveló al diario Le Monde que se comprometió con Hassan II a proteger a su hijo Mohamed VI, que accedió al trono en 1999. 'Nos hicimos un juramento mutuo el 4 de febrero de 1998', dijo Yussufi. 'Me acuerdo muy bien de la escena. Estábamos de pie en su despacho del palacio real de Rabat. Fue su majestad quien sugirió este compromiso mutuo, que yo acepté. Ante el Corán colocado sobre su mesa de despacho, pronunció una fórmula que nos comprometía a trabajar conjuntamente, en interés del país, y a ayudarnos recíprocamente'.

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