Los problemas del euro (1)
En la noche de Reyes no todo el mundo estaba nervioso esperando en casa a sus majestades los Reyes de Oriente. Había algunas personas intrépidas intentando disfrutar de las lindezas propias de un sábado noche más, y también había algunos individuos ganando, con toda la jeta, duros a pesetas.
Durante la noche del 5 de enero, en la taquilla de la famosa discoteca granadina LLA, las matemáticas dejaron de ser unas ciencias exactas, y aquí el servidor sufrió asombrado un intento de robo a 'euro armado'. La entrada con consumición costaba 700 pesetas, de acuerdo, lo usual en esta ciudad. Pero, ¿y en euros?
Pues en euros esa misma entrada costaba 4,50. Calculadora en mano hice números y descubierto el error pedí una explicación al simpático portero. No hubo palabras y sí un empujón y una ruda explicación: 'Son órdenes del jefe, en euros 4,50 y en pesetas, 700'.
Una de dos, o el jefe ama mucho a la patria moneda y desea acaparar el máximo número posible de las últimas rubias para darse baños al estilo Gilito o bien intenta enriquecerse aprovechándose de la falta de soltura con la nueva moneda.
No, no se equivoquen, 700 pesetas no son 4 euros con 50 céntimos, sino 4 con 21. Bueno, salvo en esta discoteca, claro.