BP Oil fabricará combustible de última generación en Castellón
La empresa British Petroleum (BP) ha elegido la refinería de Castellón como sede para la construcción de una planta en la que iniciar la fabricación de combustible de última generación, es decir, carburantes que, entre otras cosas, provocan una menor emisión de óxido de azufre a la atmósfera. Además, las gasolinas y gasóleos de automoción que se prevé fabricar a partir de 2004 mejorarán el rendimiento de motores y del consumo. La inversión prevista para fabricar este combustible es de 24.000 millones de pesetas, lo que para la empresa muestra su apuesta por la innovación y la tecnología.
El nuevo director de la refinería de Castellón, Rick D. Hale, anunció ayer esta inversión, a la vez que su nombramiento, tras la jubilación de Enrique Vicedo. Hale calificó la de Castellón como 'la mejor refinería' de su compañía, de la que destacó la ocupación del primer puesto en el ranking de volumen de negocio de la Comunidad Valenciana.
El nuevo combustible permitirá la reducción de las emisiones de óxido de azufre a la atmósfera en un 95%, según la empresa. Esto significa que en el caso de que los 2.000.000 de vehículos a los que suministra carburante BP anualmente utilizaran estas gasolinas, la emisión equivaldría a lo que arrojan a la atmósfera 100.000 coches actualmente.
Pruebas
Antes de dar el paso, se han llevado a cabo pruebas en plantas piloto tanto en España como en otros puntos de Europa y en Estados Unidos, dado que se trata de una aplicación tecnológica que todavía no se había probado. Empresas como Foster Willer y Tecnip han desarrollado esta tecnología que ahora aplicará BP, lo que permitirá fabricar gasolinas y gasóleos de automoción con un nivel de contaminantes muy bajo y, según el director comercial de la refinería, Juan José Gómez, un mayor nivel de prestaciones que los carburantes actuales. El precio del nuevo producto, que se prevé comercializar a mediados de 2004, aún no se ha fijado.
El proyecto, según indicó el director comercial de BP Oil Castellón, se encuentra en fase de realización de la ingeniería básica y de detalle. Se espera que, a finales de 2002 se produzca la aprobación definitiva del proyecto para que, en verano de 2004 se pueda poner en marcha. La construcción de la nueva planta, que estará plenamente integrada en las actuales instalaciones que BP tiene en el polígono de El Serrallo de Castellón, implica la creación de 500 puestos de trabajo durante las obras.
Con estos 24.000 millones, la inversión en la fabricación de un nuevo producto se convierte en la más importante de la historia de la refinería que, en 2000, alcanzó una cifra de negocio de 579.439 millones de pesetas con cerca de cinco millones de toneladas de crudo procesado, de las que el 63% fue para la producción de gasóleos y gasolinas. Otros 7.700 millones se gastarán en mejoras en la planta actual.
