Una auditoría advierte de que Santana cierra si no se aplica el plan de acción
La asamblea insta a la negociación, pero exige que se paren los despidos
Una auditoría externa encargada por la dirección de la empresa Santana Motor ha confirmado que la factoría automovilística de Linares se encuentra 'al borde de la disolución' por su grave situación financiera. Este dato lo conocieron ayer los más de 700 trabajadores que se dieron cita en la asamblea donde el comité de empresa obtuvo el respaldo necesario para reanudar hoy las negociaciones con el IFA para abrochar el plan de acción y concretar las garantías de los empleados que pasarán a las líneas de negocio privatizadas. 'O se aplica el plan de acción o se liquida Santana', dijo ayer el representante de UGT, Enrique Martínez.
Nadie del comité de empresa ni de la Junta de Andalucía -que controla el 99% del capital de Santana- quiso ayer profundizar en los términos de la auditoría. Desde el comité se argumentó que era un tema de la máxima 'confidencialidad' de las negociaciones, mientras que fuentes del Gobierno andaluz declinaron valorar este tema por entender que 'no se quiere usar el tema como elemento de la negociación'.
Con todo, los trabajadores ya conocen que Santana arrojará al final de este ejercicio pérdidas 'multimillonarias', según reconoció el presidente del comité, Juan Salazar, de CC OO. Continuará por tanto la tendencia negativa iniciada en 1999, donde se registraron pérdidas de 2.924 millones de pesetas, y que continuó el año pasado con un resultado negativo de 7.082 millones. La elevada apreciación del yen japonés (que pasó de 1,15 pesetas en 1997 a 1,76 en 2000) disparó el valor de las importaciones de los componentes necesarios para fabricar el modelo Jimmy, lo que llegó a la empresa a registrar 200.000 pesetas de pérdidas por vehículo fabricado.
Con esta losa planeando sobre el futuro de la compañía los sindicatos acuden hoy al llamamiento realizado por la dirección general de Santana para intentar cerrar las garantías de los trabajadores que pasarán a formar parte del futuro parque de proveedores con el que el IFA va a privatizar 13 líneas de negocio de la empresa, fundamentalmente pertenecientes a la sección de componentes. El comité acude a este nuevo encuentro tras recibir el respaldo de más de 700 trabajadores -de los 1.031 que componen la plantilla actual de Santana- en la asamblea celebrada ayer por la tarde en el pabellón de deportes de Linares.
InsistenciaEl presidente del comité, Juan Salazar, manifestó que volverán a pedir que se paralice el expediente de regulación de empleo para 451 trabajadores mientras se negocian las garantías de los trabajadores que pasarán al sector privado.
De manera paralela, tal y como acordó el sábado el sindicato mayoritario en Santana, CC OO, se llevarán a cabo movilizaciones 'selectivas' en la calle, que aún no han sido concretadas. Queda descartado, por tanto, cualquier paro laboral en la factoría. UGT, que en su asamblea del sábado declinó cualquier movilización se vio forzada ayer a apoyar el sentir mayoritario de la asamblea aunque antes su representante, Enrique Martínez, ya advirtió que 'la única salida posible es la negociación'. Martínez, para quien 'es muy difícil' que la Junta acceda a retirar el expediente, subrayó que 'cada día que pasa la única beneficiada es la dirección de la empresa'.
También los grupos políticos del Parlamento andaluz instaron el pasado miércoles a la dirección y los sindicatos de Santana a retomar el diálogo. Tan sólo IU se sumó a la petición para que se retire el expediente de regulación. No obstante, el consejero de Empleo, José Antonio Viera, advirtió de que no se paralizará la extinción de empleo.
Ayer, otro alto cargo de la Consejería confirmó que la única salida para Santana es la aplicación del plan de acción para crear un parque de proveedores que 'ayude a subsistir a la empresa' y, junto con la industria auxiliar del municipio, suponga la nacionalización de la fabricación de componentes, la independencia de Japón.
