La música de Prokofiev y las nuevas coreografías marcan el festival de danza de Biarritz
Una veintena de grupos presentan sus trabajos desde el viernes y hasta el 22 de septiembre
La localidad vasco-francesa de Biarritz rezuma estos días danza. Desde el pasado viernes, y hasta el 22 de septiembre, el festival Le temps d'aimer sirve de escenario a una veintena de compañías y casi medio centenar de representaciones, que dan cuenta de obras ya clásicas, pero que reservan también un importante papel a las nuevas creaciones y coreógrafos. La música del compositor ucraniano Sergey Prokofiev marca este año la muestra de baile.
El festival de danza de Biarritz alcanza este año su 11ª edición, en la que el coreógrafo francés Thierry Malandain se estrena como director artístico. Y comienza su nueva labor con la intención de que cada año haya un tema estrella en la muestra. En esta ocasión le ha tocado el turno a la música, y el compositor elegido ha sido el ucraniano Sergey Prokofiev.
Le temps d'´aimer arrancó pues el viernes con la actuación del ballet estadounidense Florida, dirigido por Marie Hale, que estrenó la coreografía diseñada por el propio Malandain de la obra de Prokofiev La flor de piedra. Tras su paso por Biarritz, este trabajo se estrenará en West Palm Beach en marzo del año que viene.
La música de Prokofiev protagonizará también la clausura del festival. El Ballet de la Ópera de Lyon, fundado en 1969 y dirigido por Yorgos Loukos, llevará a escena los próximos 21 y 22 de septiembre el espectáculo Cenicienta, que fue creado para la compañía en 1985 por Maguy Marin y se ha convertido en una obra de referencia.
El nuevo director del festival de Biarritz ha diseñado una programación variada, que incluye obras clásicas y trabajos de coreógrafos y grupos ya consagrados, pero que mira también muy de cerca a la danza contemporánea y las propuestas de los nuevos creadores.
Nuevas creaciones
Así, la compañía suiza de danza contemporánea Alias, constituída en 1993 por Guilherme Botelho, presentará mañana lunes su obra El olor del vecino. A través del baile, esta formación traslada al escenario lo cotidiano, con toques de humor y surrealismo.
La compañía holandesa Galili Dance, por su parte, estrenará el martes en Francia su más reciente creación: Things i told nobody, firmada por Itzik Galili, un nombre de referencia entre los jóvenes coreógrafos de Holanda, que fundó su grupo en 1998.
La bailarina Erika Winkler, llamada La Quica, lleva ya varios días trabajando en Biarritz para presentar, los próximos miércoles y jueves, su nueva creación Perfume Flamenco, en el que aborda el tema de la mujer, su sensualidad, su feminidad, su estética y su fuerza. Afincada en Francia, las largas estancias de Winkler en España cerca de grandes maestros del flamenco le han permitido desarrollar un estilo que cuestiona sin cesar.
La directora Goh Soo Khim y su compañía Singapore Dance Theatre llegan a Biarritz el viernes con el estreno en Francia de sus trabajos Unknown, Maninnas y The lost space. Este grupo de danza de Singapur, nacido en 1988, es conocido por la diversidad de sus estilos en su repertorio, que va de lo clásico a lo contemporáneo.
Los jóvenes coreógrafos podrán dar cuenta de sus trabajos de danza en los encuentros de baile vasco, flamenco, contemporáneo y barroco organizados por el festival en su afán de impulsar nuevas propuestas.
Pero, por supuesto, no faltarán nombres habituales en la cita con la danza de Biarritz. La compañía madrileña de Víctor Ullate, que ha adquirido una dimensión internacional desde su éxito en las cuatro primeras ediciones de Le temps d'aimer, celebradas entre 1992 y 1995, vuelve a la localidad vasco-francesa el próximo fin de semana con coreografías firmadas por el propio Ullate, así como por otros coreógrafos contemporáneos.
