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Gehry abandona Málaga de improviso y descarta hacer propuesta alguna para el dique de levante

El autor del Guggenheim deja plantado al alcalde, tras conocer que no le ofrecían un contrato

Gehry llegó al puerto a las 9.30 de la mañana, de visible buen humor: 'Es un sitio interesante, pero de momento sólo soy un turista'. Cuando los miembros de Aesdima le recomendaron que no hablara hasta la conferencia de prensa prevista para las 16.30, el arquitecto hizo un chiste: 'A esa hora estaré durmiendo la siesta'. En realidad a esa hora, tras cancelar su reunión con el alcalde, una comida que le ofrecía el Ayuntamiento y el encuentro con los periodistas, Gehry y sus ayudantes volaban hacia Barcelona, y quizá dormían la siesta.

A las 14.00 horas, cuando abandonaba con semblante serio el Parador de Gibralfaro, camino del aeropuerto, respondió con un categórico '¡no!' a la pregunta sobre si haría alguna propuesta para el Puerto. Mientras un joven colaborador repetía sonriente que había sido 'una visita muy agradable', Gehry le ponía argumento a su huida de Málaga un día antes de lo previsto: 'No hay dinero, no hay contrato, no hay nada'. Tras esta explicación, salió del Parador porteando sus dos maletas, y sin hablar siquiera con sus anfitriones, se marchó.

Con este portazo terminó en fracaso una operación que se inició en enero, con la invitación que Aesdima le cursó a Gehry para que viniera a Málaga a hacer una propuesta para el dique de levante, que se adentra más de un kilómetro en el mar y cuenta con una plataforma de 40.000 metros cuadrados. Aesdima, una asociación privada formada por empresarios y profesionales, de la que el alcalde fue vicepresidente, pensaba en un gran edificio que incluyera una terminal de cruceros, un hotel de lujo y un centro de convenciones'. La iniciativa fue censurada por el presidente del Puerto, Enrique Linde, quien puntualizó que Aesdima no tenía representatividad para formular esa propuesta.

Ayer, tras examinar la explanada del dique por tierra y por mar, se produjo la reunión a tres bandas entre los responsables del Puerto, Aesdima y el equipo de Gehry. La Autoridad Portuaria informó de 'la imposibilidad económica y jurídica de hacer un encargo directo'. Enrique Van Dulken, presidente de Aesdima, describe la actitud de Linde como 'fría y despectiva', cosa que desmiente el presidente del Puerto. En un momento, el arquitecto preguntó quiénes le invitaron y qué querían. Cuando le respondieron que querían unas ideas para la explanada del dique, respondió que siempre trabajaba bajo contrato.

El alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, se mostró ayer 'sorprendido' del accidentado final de la visita. De la Torre reconoció que 'había mal ambiente entre el Puerto y Aesdima', pero que, en su opinión, 'esta iniciativa merecía el aplauso y el apoyo de la Administración'. El alcalde añadió que 'aunque la administración pública debe convocar concursos, también se puede buscar un patrocinador privado para encargar un proyecto'.

Linde resume la visita apuntando que 'Gehry no sabía ni quién le había invitado, ni a lo que venía y cuando se ha dado cuenta de que nadie le iba a contratar, ha decidido irse'. Y Gehry, con un pie en el estribo para marcharse, hizo gala de un fino humor anglosajón: 'Vine, vi, dije ¡qué bonito!, y eso es todo'.

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Frank Gehry, cuando abandonaba su hotel camino del aeropuerto.
Frank Gehry, cuando abandonaba su hotel camino del aeropuerto.JULIÁN ROJAS

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