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Bilbao descubre la fascinación por el desnudo de cinco grandes pintores del siglo XX

La muestra coincide en el Bellas Artes con las 37 obras sobre papel de la serie 'Damas'

'La obra de estos cinco artistas resume la intensidad y el caracter de la revitalización del desnudo', explicó ayer en la presentación de la muestra Concepción Badiola, de la Fundación BBVA, patrocinadora del doble evento. El comisario de la exposición, Francisco Calvo Serraller, destacó la enorme importancia de Pintura al desnudo: 'Conseguir los préstamos de algunas de estas obras es una hazaña que acredita la solvencia del Museo de Bellas Artes de Bilbao. Hay cuadros que vienen a España por primera vez'.

Las obras, todas ellas realizadas entre los años cincuenta y sesenta, provienen de diversos museos y colecciones internacionales e intentan contextualizar el tríptico Las tres Gracias, de Antonio Saura (1930-1998), incoporado a la colección del museo el pasado marzo por una dación del BBVA. Los autores elegidos prestan atención a la desnudez desde la abstracción y la figuración. 'Nunca antes de nuestra época hubo un auténtico franqueamiento de lo obsceno, una verdadera profanación artística del desnudo clásico', explicó Calvo Serraller.

El comisario comentó que la idea de la exposición conjunta de estos cinco exponentes de 'la última gran vanguardia del mundo occidental', como él mismo calificó a los artistas reunidos, procede de un deseo frecuentemente expresado de Antonio Saura. 'Él mismo se veía en compañía de estos pintores desarrollando un proyecto artístico excepcional', dijo. Sus palabras fueron apoyadas por la hija del pintor, la actriz Marina Saura, también presente ayer en Bilbao junto a la viuda del artista, Mercedes Beldarrain. 'El proyecto era ambicioso; tenía una razón de ser fundamental y era que mi padre había hablado y dejado por escrito su relación con los pintores aquí representados. Siempre comentaba cómo le fascinaban los denudos de De Kooning, los de Dubuffet...', explicó Marina Saura.

Pintura al desnudo, un título que juega con el tema de las obras y con la fuerza pictórica de las mismas, arranca con el óleo sobre lienzo Mujeres arreglándose, de Picasso (1956), con la presencia rotunda de dos figuras femeninas.

El tercer piso del Museo de Bellas Artes está ocupado por la exposición monográfica, Damas, 37 obras sobre papel realizadas por el propio Antonio Saura entre 1956 y 1984, y reunidas ahora por primera vez. Estas piezas se caracterizan por utilizar la figura femenina, un tema recurrente en la obra de Saura a partir de 1954. Óleo, rotulador, tinta china, collage y técnicas mixtas son algunos de los materiales y procedimientos empleados por el artista en estas obras. 'De interés extremo', la calificó ayer rotundamente Calvo Serraller.

Tres estudios para una Crucifixión, óleo con arena sobre lienzo de Francis Bacon (1962), perteneciente al Guggenheim de Nueva York.
Tres estudios para una Crucifixión, óleo con arena sobre lienzo de Francis Bacon (1962), perteneciente al Guggenheim de Nueva York.LUIS ALBERTO GARCÍA
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