Amnistía reclama ante el consulado de EE UU el fin de la pena de muerte
Horas después de que Timothy McVeigh, responsable de la matanza de Oklahoma, fuera ejecutado mediante una inyección letal en la prisión de Indiana (Estados Unidos) y en vísperas de la llegada a España del presidente estadounidense, George W. Bush, unas 200 personas respondieron a la llamada del grupo local de Amnistía Internacional en Valencia, como muestra la fotografía, y se concentraron frente al consulado del país para pedir la erradicación de la pena de muerte. Los asistentes realizaron un simulacro de una ejecución en una silla eléctrica construida con pilas y exhibieron pancartas en las que se podían leer lemas como 'Pena de muerte, no, Tribunal Penal Internacional, ya, 85 presos ejecutados en 2000' o 'Julio Ibar en el corredor de la muerte', en referencia a uno de los dos españoles condenados a muerte en EE. UU.