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Reportaje:

Almodóvar conquista a Pina Bausch

El director manchego filma a la coreógrafa alemana para su nueva película

Hable con ella, la nueva película de Pedro Almodóvar, empieza a rodarse en París el próximo lunes. El Théâtre de la Ville es el lugar elegido para el ¡motor! de rigor con que Pedro pondrá en marcha su décimocuarto largometraje. 'Ella está ahí con su espectáculo Masurka Fogo, que se articula maravillosamente con el argumento de mi película', explica el director. Esa 'ella' es Pina Bausch, la creadora de Wuppertal (Alemania), la mujer que más ha revolucionado la danza en estos últimos 25 años y una artista que ha logrado pasar de la negrura desesperada de sus primeras obras a la belleza serena de las últimas. Para la bailarina y coreógrafa -'enorme y delgadísima', según Almodóvar- es 'absurdo pensar que hoy podamos hacer lo mismo que hacíamos entre 1970 y 1980. Lo que entonces había que denunciar ha cambiado'. En unas breves declaraciones a Le Monde Pina asegura que 'Pedro conoce la vida no sólo con la cabeza, sino también con el corazón. Con él los actores se sienten a gusto. Su mayor talento es de lograr inspirar confianza'.

Rosario Flores, Leonor Watling, Javier Cámara y Darío Grandinetti son la familia de Almodóvar en Hable con ella. Rosario encarna a una mujer-torero, mal aceptada por ellos porque es una intrusa en un mundo masculino, vista con reticencia por ellas porque ha abandonado el que se estima le es propio y natural. Leonor Waiting es una bailarina convaleciente. Según opiniones del cineasta confiadas al rotativo parisino, 'Pina y yo nos parecemos mucho. Tenemos el mismo gusto ecléctico para la música, la escuchamos de la misma manera, la utilizamos con igual libertad en nuestras creaciones. ¡Y los dos nos divertimos mucho con lo que hacemos, aunque hagamos llorar a nuestros espectadores!'.

Pina Bausch cree que 'los ojos de Pedro son los ojos de la energía. Parece muy sólido y es muy delicado. Filma como nadie los hombres y las mujeres'. Para el productor Michel Ruben lo más sorprendente es que la coreografía Café Müller se diría 'pensada especialmente para el filme'. El manchego la ha rodado ya en Wuppertal con la intención de servirse de ella para la obertura de la película. 'En Café Müller las mujeres llevan consigo esa vertiente suicida que también se encuentra en los personajes de Leonor y Rosario, en la fascinación misma por la corrida, pero esas mismas chicas son también la encarnación de la vida y el amor. Por eso acabo con Masurka Fogo'.

Para la alemana no tiene sentido tratarles de sentimentales. 'Es confundir el sentimentalismo con el no tener miedo de mostrar los sentimientos. Crear emociones no es lo mismo que explotarlas'. El español habla de su especialización en el melodrama, género que se adapta a su manera 'natural e impúdica de abordar los sentimientos'.La reincorporación de Chus Lampreave al mundillo almodovariano tiene que ver con esos sentimientos. 'Ella será una portera formidable. Desde el momento en que piensas en ella sabes que tienes que reescribir el papel, hacerlo a su medida'. El cineasta lamenta que a menudo se ruede con guiones que no son retocados de acuerdo con el reparto definitivo o las localizaciones. 'Como decía Karen Blixern, sólo quien es capaz de imaginar una y otra vez lo escrito e imaginado podrá ver nítidamente las historias'. La trama, desde el momento en que se incorpora a ella Chus Lampreave, toma otro tono, un pequeño giro, pues la actriz tiene la cualidad de 'parecer cada día más niña', de ser 'una de esas personas cuya compañía tonifica'.

Hable con ella es una coproducción franco-española, como todas las últimas películas de Almodóvar, sin que ello haya significado nunca ningún tipo de imposición, ya fuese idiomática o de reparto. Esta vez, sin embargo, una parte de la acción, la que rodarán a principios de la semana que viene, transcurre en París, ciudad de la que Almodóvar dice que 'todo el mundo sabe que es el origen de la vida'. No sabemos si es su cuna física, pero sí que hoy es un confortable hogar artístico, que deja mucha libertad, en el que se sienten cómodos tanto los que llegan de la Mancha como quienes han crecido cerca del Rin.

Pina Baush, en la coreografía <I>Café Muller</I>, fotografíada por Pedro Almodóvar.
Pina Baush, en la coreografía Café Muller, fotografíada por Pedro Almodóvar.P. ALMODOVAR

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