La nueva Ley de Rentas Mínimas pactada por Ruiz-Gallardón con los sindicatos se retrasará un año

El director general de Servicios Sociales de la Comunidad de Madrid, Tomás Vera, anunció ayer en la Comisión de Servicios Sociales de la Asamblea regional que la Ley de Rentas Mínimas, pactada por el presidente Alberto Ruiz-Gallardón con los sindicatos y prevista para septiembre del 2001, se retrasará al menos un año. Este aplazamiento en la puesta en marcha de la ley que sustituirá al actual ingreso madrileño de integración (IMI), es consecuencia de la demora del Plan contra la Exclusión Social, que el Ejecutivo regional se había comprometido a poner en marcha a finales del pasado año o a principios de éste, según explicó Vera tras ser preguntado por las parlamentarias Carmen García Rojas (PSOE) y Caridad García Álvarez (IU).

La comparecencia sirvió también para que el PP y la oposición se enzarzaran en una discusión sobre la eficacia del actual sistema. Mientras Tomás Vera apuntó como dato muy positivo que los distintos proyectos de integración del IMI hubieran generado 825 empleos en 2000, García Rojas relativizó esta valoración aduciendo que, de esos 825 empleos, 782 eran contratos temporales, 30 generados a través de empresas de inserción y 13 de autoempleo.

La diferencia entre el IMI (unas 42.000 pesetas mensuales que perciben las familias sin recursos) y la renta mínima (cuya cuantía está sin definir aunque sería superior) es que la segunda se concedería sin condicionarla, como se hace con el IMI, al seguimiento de cursos formativos o a la escolarización de los hijos. La renta mínima iría destinada a personas cuya marginación es ya tan crónica que no tiene sentido exigirles que sigan curso alguno, y a otras que, por el contrario, están bien integradas pero atraviesan un periodo de paro sin subsidio. Algunas comunidades como la vasca han aprobado ya planes de rentas mínimas.

Durante el pasado año, el presupuesto total de las prestaciones periódicas fue de 4.300 millones de pesetas. Un total de 8.200 familias reciben esta ayuda que va desde las 42.000 pesetas mensuales cuando se trata de una sola persona a las 71.000 cuando es para familias de cinco miembros.