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La muerte de un jubilado hace que el Gobierno boliviano modifique la Ley de Pensiones

La muerte de un jubilado en huelga de hambre sacudió a los tres Poderes del Estado boliviano, que se apresuraron a aprobar las modificaciones de la Ley de Pensiones para incrementar la renta mínima de los trabajadores en retiro, que continúan en huelga de hambre hasta que la nueva ley sea promulgada y entre en vigor.

[QQ] Bautista, un ex trabajador minero de 61 años, ingresó al ayuno voluntario el pasado día 29 en demanda del cumplimiento de los acuerdos de Patacamaya suscritos el pasado mes de marzo entre el Gobierno, el Parlamento y los dirigentes de los jubilados. Los médicos le dieron de baja al cumplir el tercer día de ayuno, pero se negó a retirarse porque deseaba mantener la medida hasta las últimas consecuencias, si el Gobierno y el poder Legislativo continuaban indiferentes al reclamo de los ancianos.

[QQ] La muerte de Bautista, que se conoció a las 19.00 horas del lunes en Cochabamba, determinó que el Tribunal Constitucional, con sede en la ciudad de Sucre, diera, a las 20.15 , luz verde a una consulta formulada por la Cámara de Diputados para modificar la Ley de Pensiones. Los diputados aprobaron, minutos después de las 21.30, el proyecto de modificaciones y se apresuraron a mandar al Poder Ejecutivo, a fin de que el presidente Hugo Banzer promulgue la ley este mismo martes.

[QQ] La celeridad de última hora de los tres Poderes del Estado para poder atender a los jubilados, que protagonizaron manifestaciones, trece días de huelga de hambre, caminatas de rodillas, oraciones y llantos, encierro en ataúdes y crucifixiones, no borrará la imagen de un Gobierno despiadado y de corazón duro, dijeron hoy los dirigentes de los jubilados en Cochabamba, que se resisten a levantar la extrema medida porque no confían más en la seriedad de las autoridades gubernamentales.

[QQ] Ex minero combativo

[QQ] "Era muy decidido mi papá. Viendo que estaban en huelga de hambre, él también se incorporó a un piquete, pero no debía hacerlo porque no estaba bien", explica Vilma, la segunda hija de cinco, de Vicente Bautista, rentista minero que junto a otros 3.500 ancianos en huelga de hambre reclamaba un pago mínimo de 850 bolivianos (130 dólares), que ya no recibirá.

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[QQ] Bautista trabajó en los socavones de las minas potosinas de Catavi y Siglo XX casi cuarenta años. Vivía en Llallagua, muy cerca de Catavi, con su esposa Paulina y sus cinco hijos, entre 21 y 9 años, en la vieja casa de sus padres. Además de la renta de 350 bolivianos, Bautista se las ingeniaba para aumentar algo el ingreso de la familia llevando pan a las zonas rurales para cambiar por maíz, o trabajando como albañil, pintor.

[QQ] Vilma Bautista, de 19 años, asegura que su padre siempre fue un hombre combativo, de profundos ideales a fin de conseguir una mejor vida para los mineros. "En marzo también estuvo en la caminata. A mi casa llegó con sus pies reventados, dijo que le habian cosido, pero estaban reventados tanto andar", contó Vilma, con la mirada fija en el cuerpo de su padre mientras dos paramédicos le inyectaban formol antes de cerrar el féretro. Bautista murió en la ciudad de sus sueños. Anhelaba venir a vivir a esta ciudad de los valles centrales del país. Por eso, había pedido que le pagaran su renta en Cochabamba y viajaba desde Llallagua para gozar al menos un par de días de clima cálido. El informe médico señala como causa del deceso el desequilibrio hidroeléctrico y un infarto de miocardio a consecuencia de la falta de ingesta de líquidos y sólidos.

[QQ] En el vetusto edificio de los sindicatos de Cochabamba continúa la huelga de hambre de más de un millar de ancianos, estragados y una inmensa tristeza en sus rostros.

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