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La policía busca en Huelva a jóvenes que practican juegos de rol y a un motorista por los actos vandálicos

La noche de Huelva ha ofrecido tradicionalmente a los jóvenes escasos alicientes, pero al menos sí había tranquilidad, seguridad. Las cosas han cambiado desde hace unas semanas. La policía busca a un joven, de complexión fuerte, que a bordo de una motocicleta de gran cilindrada ha quemado 12 turismos estacionados en la ciudad entre el 21 y el 27 de marzo. Además, los agentes también siguen la pista de un grupo de jóvenes, todos menores de edad, que se dedican a practicar juegos de rol, 'y que en la madrugada, tan pronto deciden quemar un contenedor de basura como propinar una brutal paliza a otro muchacho por el simple hecho de que está gordo', indicaron fuentes próximas a la investigacción.

La vigilancia policial se ha incrementado durante las noches en las calles de Huelva. Hay tres coches, como casi siempre, que recorren la ciudad de punta a punta, pero últimamente se han visto reforzados con otros dos vehículos policiales camuflados, con agentes vestidos de paisano. Esos policías se comportan en la zona de la movida -La Merced, Pablo Rada, Gran Vía- como unos jóvenes más en busca de diversión. Toman copas y miran alrededor. El objetivo consiste en dar con los autores del miedo a salir de noche que se ha extendido entre los vecinos de Huelva.

'El autor de los incendios pensamos que es un chaval bien acomodado, no un pringaíllo. No va en Vespino, lleva una buena motocicleta. Ahora se ha parado porque se ha percatado de la vigilancia o porque carece de otras miras. No tiene ninguna relación con los otros, con los chicos agresivos que pegan a otros chavales. Esos son jóvenesque juegan en una mesa y que deciden salir a dar una paliza a un gordo o a destrozar papeleras', indican los agentes.

El Ayuntamiento de Huelva transmite un mensaje de serenidad. 'En los próximos días habrá alguna detención. Se está sobre la pista', afirmó un representante municipal.

Miedo

Durante la madrugada de Huelva, en los bares, se hablaba del miedo a salir de noche. Paula Rebollo, de 25 años, estudiante, apura una copa y comenta: 'Si empiezas a pensar en el peligro no sales de tu casa. Pero yo tomo precauciones. No regreso sola, siempre me acompaña algún amigo de confianza desde hace días. Y no me aparto de la zona del centro, porque por el camino te pueden coger'.

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C.M.D., de 22 años, periodista, ha tenido peor suerte. 'Yo nunca había sentido miedo, pero ahora sí. La otra noche volvía de estar de juerga, tan tranquila, aparqué el coche cerca del portal de mi casa y salí a la acera. De repente de un coche salió un tío, me dió un empujón y me arrancó el bolso. Se llevó todos mis documentos, aunque en el monedero sólo me quedaban 1.500 pesetas', explica.

La noche del pasado jueves, dos contenedores fueron quemados, habitual en los días de movida, según los bomberos. Un grupo de jóvenes dirimió sus diferencias a puñetazos en la calle Berdigón, paralela a la Gran Vía, en torno a las 4.30, sin que llegara a intervenir la policía. Todo dentro de lo habitual en noches de movida.

Esta semana un muchacho llamó espontáneamente a una emisora de radio de Huelva para explicar su triste encuentro con la banda juvenil. 'Eran varios. Me atacaron con ladrillos. Creí que me mataban. Pero conseguí huir y me refugié en el Parque de Bomberos. No sé por qué me pegaron. Tal vez porque estoy gordo', dijo.

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