La ruptura con Rabat obliga a reconvertir la flota pesquera española

Los peores temores del sector pesquero español se cumplieron ayer.La Comisión Europea dio por rotas las negociaciones para la firma de un acuerdo de pesca entre la Unión Europea y Marruecos, tras una reunión de tres horas en Bruselas entre el comisario de Pesca, Franz Fischler, y su homólogo marroquí, Said Chbaatu. El fracaso aboca al sector pesquero español, de lejos el más afectado, a una profunda reestructuración, tras 16 meses de amarre forzoso desde que expirara el anterior acuerdo con Rabat.

La noticia del fracaso de las negociaciones en Bruselas, que se han prolongado de forma oficial unos seis meses, se extendió con rapidez en España, donde causó consternación en el sector, y llevó a la oposición a acusar al Gobierno de no haber actuado con suficiente firmeza para lograr un acuerdo.

Reunión de urgencia

El ministro español de Agricultura, Miguel Arias Cañete, convocó ayer con urgencia a la mesa de pesca, integrada por administraciones, empresas y sindicatos del sector, a una reunión para mañana miércoles, en la que se analizará el plan de reconversión que tendrá que afrontar España. Arias Cañete anunció que esta reconversión podría afectar aproximadamente a la mitad de la flota que faenaba en Marruecos (unos 175 barcos). El ministro confía en poder recolocar el resto en otros caladeros. Para la reconversión, la Comisión Europea ha garantizado que habrá fondos comunitarios. España es el país más afectado: de los barcos que faenaban en los caladeros de Marruecos, 404 son españoles y el resto (29), portugueses. Muchos de esos barcos, pequeños y con más de 30 años (sobre todo de captura de cefalópodos y de pesca de crustáceos de puertos andaluces), se verán ahora abocados al desguace. Unas 5.000 personas (entre ellas unos 1.000 marroquíes) trabajan en esos barcos, además de los 12.000 puestos de trabajos indirectamente relacionados con el sector.

En Bruselas, mientras, Fischler dijo a su homólogo marroquí que sus pretensiones eran 'imposibles de aceptar'. La última oferta marroquí consistía en permitir el acceso a sus aguas de 203 barcos a cambio de una compensación de 90 millones de euros anuales (unos 15.000 millones de pesetas). El acuerdo era para tres años, por lo que el monto total ascendía a 270 millones de euros (45.000 millones de pesetas). El primer año se permitía pescar a 239 barcos, 200 el segundo y 170 el tercero. Es decir, 203 de media entre los tres años. Frente a esta oferta, Fischler exigía una media de 218 barcos (repartidos entre 256 el primer año, 223 el segundo y 177 el tercero), por lo que ofrecía una compensación media anual de 65 millones de euros (10.800 millones de pesetas). Es decir, al final, la diferencia anual que ha impedido el acuerdo se reducía a 15 barcos y 25 millones de euros (4.159 millones de pesetas).

Sin margen de maniobra

'No hemos podido llegar a nuestro objetivo', anunció Fischler. 'Chbaatu me ha comunicado que ha venido a Bruselas sin ningún margen de maniobra y que no puede aceptar nuestras condiciones ni ofrecernos nada mejor', lamentó el comisario. La Comisión Europea atribuye el fracaso a una propuesta marroquí inaceptable para la UE por sus exigencias financieras y su desequilibrio con la capacidad de capturas de la flota comunitaria.

Marruecos nunca ha estado muy interesado en un nuevo acuerdo de pesca con la Unión Europea. Lo dejó muy claro el Gobierno marroquí cuando firmó en 1995 el anterior convenio, tras ocho meses de duras discusiones. Posteriormente, Rabat cambió de postura y en octubre pasado se iniciaron unas negociaciones que han resultado estériles. Pero las siete reuniones políticas y las 13 técnicas mantenidas en Rabat y en Bruselas han acabado en fracaso.