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Un estudio refuerza la hipótesis del origen biológico de la dislexia

La ambigüedad ortográfica acentúa la incidencia del problema

Los científicos creen que el vínculo que relaciona la dificultad de la lectura en los disléxicos con un defecto cerebral es un deficiente procesamiento fonológico en el cerebro. Pero, ¿por qué la incidencia del problema es tan diferente de un país a otro, si el origen genético o biológico es el mismo? Un estudio realizado en niños de 10 años muestra, recuerdan los investigadores, que el porcentaje de disléxicos es el doble en Estados Unidos que en Italia. ¿Tienen diferentes problemas de procesamiento los cerebros de los disléxicos en distintos entornos idiomáticos?

Una investigación dirigida por Eraldo Paulesu (Universidad de Milán Bicocca) y efectuada con colegas de Francia y el Reino Unido, que se presenta hoy en la revista Science, muestra que la base neurológica de la dislexia es la misma en los entornos del inglés, del francés y del italiano, pero que la disfunción se manifiesta de diferente manera según la regularidad o irregularidad de la ortografía de cada lengua.

Los disléxicos tienen dificultades para aprender a leer y a escribir, e invierten y confunden las letras o las sílabas de las palabras, pero no padecen retraso mental ni carencias del entorno socioeducativo. En Francia, por ejemplo, aproximadamente un millón de niños son disléxicos, informa France Press.

Paulesu y su equipo han hecho estudios comparativos de 72 adultos con problemas de dislexia en Francia, Reino Unido e Italia. Los escáner cerebrales realizados a los sujetos mientras leían 'mostraron la misma reducción de actividad en una región del hemisferio izquierdo del cerebro de los casos estudiados de los tres países', afirman los investigadores en Science.

En cuanto a la ambigüedad de los tres idiomas considerados, el inglés y el francés tienen una ortografía irregular, puntualizan los científicos. En inglés, por ejemplo, hay 1.120 formas de representar 40 sonidos (fonemas) utilizando diferentes combinaciones de letras (grafemas). El deletreado de palabras según cómo suenan es ambiguo y hay muchos ejemplos en los que sólo se puede diferenciar una palabra de otra si previamente se ha aprendido cómo suena cada una. Sin embargo, en italiano no hay tal ambigüedad, y 33 grafemas son suficientes para representar los 25 fonemas, de manera que los mismos grupos de letras en este idioma casi siempre representan el mismo único sonido. Esto hace que el lenguaje escrito sea lógico y fácil de leer. En el caso del francés, la irregularidad procede de las combinaciones de letras que pueden representar igual sonido.

'Esta investigación demuestra la existencia de una base neurológica universal de la dislexia. También resalta el impacto que la complejidad de la ortografía puede tener en la capacidad de lectura de los disléxicos y, por tanto, la gravedad de la enfermedad; además puede facilitar los diagnósticos', afirma Uta Frith, del Instituto de Neurociencia cognitiva del University College de Londres.

Paulesu, por su parte, puntualiza: 'Es importante distinguir entre ortografía y lenguaje. La complejidad del inglés y del francés escritos procede de acontecimientos históricos que han introducido deletreados de otras lenguas, mientras que el italiano ha permanecido muy puro'.

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