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La UPV desarrolla un laboratorio de polímeros orientado a la industria

Mikel Ormazabal

Todos los estudios, investigaciones y pruebas de laboratorio sobre polímeros que hasta ahora poblaban los archivos de la Facultad de Química -recogidos por publicaciones científicas extranjeras, en memorias académicas o guardados en las tripas de un ordenador- van a emplearse en adelante como 'información privilegiada para las empresas'.

El instituto Polymat, cuya creación aprobó en enero de 1999 el Gobierno vasco, fue presentado ayer como un laboratorio que ofrecerá 'soluciones satisfactorias y acordes con las demandas del mundo empresarial', afirmó su director, el profesor José María Asúa, especialista en ingeniería de reactores de polimerización. A su presentación ayer en San Sebastián asistieron el consejero de Educación, Inaxio Oliveri; el rector de la UPV, Manuel Montero; el diputado foral de Economía, José Ramón Beloki, y el físico Pedro Miguel Etxenike, entre otros profesores de la Facultad de Químicas.

Polymat, explicó Asúa, ofrece soluciones a la carta a las empresas que operan en el campo de los polímeros (derivados del petróleo como los plásticos, cauchos, barnices o adhesivos): 'Queremos contribuir al aumento de la competitividad de estas empresas y a la generación de conocimiento y la creación de tecnología aplicada al mundo industrial'. No obstante, precisó que la investigación orientada al tejido industrial se complementará con la investigación básica.

'Éxito garantizado'

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Un plan estratégico diseñado a tres años vista tras analizar la industria española de los polímeros, integrada por casi 4.000 empresas que emplean a 80.000 personas y facturan dos billones de pesetas, concluye que el proyecto de Polymat 'tiene el éxito garantizado', asegura María Eugenia Saborido, encargada de la gestión tecnológica.

Hasta el momento, Polymat ha firmado contratos con Repsol y Aiscondel (grupo químico) y está a la espera de resolver tres acuerdos con el Ministerio de Ciencia y Tecnología. En Europa, investiga para UCB (grupo belga especializado en adhesivos), Rhodia (empresa química francesa) y Atofina (una petroquímica francesa). Además, colabora con la fundación Inbiomed, radicada en San Sebastián, en un proyecto para 'desarrollar polímeros útiles en la evaluación de nuevas moléculas que inhiben los carcinomas agresivos y la dosificación de estos principios activos en el colon'. Asúa informó también de que han recibido financiación del Gobierno vasco para diseñar un plan contra la presencia de microcontaminantes en ambientes laborales en las industrias de los polímeros.

Entre las líneas de investigación abiertas por Polymat se encuentran el desarrollo de nuevas formulaciones para mejorar las propiedades de los cementos acrílicos utilizados en prótesis ortopédicas o la síntesis de polímeros para su uso como matrices en medicamentos.

Con un presupuesto anual superior a los 200 millones, Polymat tiene previsto intensificar sus contactos con empresas para reforzar su presencia en Cantabria, Aragón y entrar en lugares estratégicos como Cataluña, Valencia y Madrid, sin descuidar su expansión en Europa. Este instituto tiene su sede en la sede universitaria de Químicas, en San Sebastián, aunque se trasladará al nuevo edificio de I+D que se construirá en un año en este campus.

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Sobre la firma

Mikel Ormazabal
Corresponsal de EL PAÍS en el País Vasco, tarea que viene desempeñando durante los últimos 25 años. Se ocupa de la información sobre la actualidad política, económica y cultural vasca. Se licenció en Periodismo por la Universidad de Navarra en 1988. Comenzó su carrera profesional en Radiocadena Española y el diario Deia. Vive en San Sebastián.

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