Hidrocantábrico rechaza por tercera vez la OPA de Villar Mir y espera otras ofertas competidoras
La disputa por Hidroeléctrica del Cantábrico sigue enconada. El Consejo de Administración de Hidrocantábrico rechazó ayer, por tercera vez, la oferta por el 25% del capital presentada por Ferroatlántica, la compañía del empresario Villar Mir, por no reflejar 'ni el valor fundamental ni el estratégico' de la compañía, y recomendó a los accionistas no aceptarla. Caja Asturias y la eléctrica belga Electrabel, socios de referencia de Cantábrico con un 10% cada una, negocian un acuerdo defensivo y aumentan las expectativas de una oferta competidora a la de Villar Mir por parte de la alemana RWE.
Ferroatlántica, a la que la semana pasada le fue autorizada por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) la OPA lanzada el 28 de septiembre, reiteró ayer su disposición a mejorar su oferta -19 euros por título- si el consejo de la eléctrica asturiana suprime el blindaje que limita los derechos políticos de sus accionistas y apoya las condiciones ofrecidas por Juan Miguel Villar Mir en alianza con la alemana EnBW. No obstante, Ferroatlántica considera 'dudoso' poder igualar los 24 euros que ofreció Unión Fenosa en marzo.
El consejo de Cantábrico rechazó por unanimidad la oferta de Ferroatlántica porque es 'parcial' y 'no refleja ni el valor fundamental ni el valor estratégico de la compañía'. Ayer Cantábrico cerró en Bolsa a 22,95 euros. El consejo expresó, además, 'su convencimiento' de que el valor de la eléctrica 'será adecuadamente reconocido', lo que alimenta la sospecha de que podrían producirse otras ofertas en los próximos días.
Entre los posibles pretendientes se menciona a la eléctrica alemana RWE, a la que se le atribuye interés en hacerse con el 100% de Cantábrico. RWE lo calificó ayer de rumor, pero en algunos medios del sector se interpretó como un 'desmentido con la boca pequeña'.
Por su parte, Caja de Asturias, socio de referencia de Cantábrico con el 10%, y el fondo de pensiones de sus empleados con otro 4,3%, tratan de impedir ambas operaciones. Con ese objetivo, Caja Asturias negocia desde hace una semana con la belga Electrabel, titular de otro 10% de Cantábrico, un pacto frente a cualquier otro intento hostil de arrebatarles el control de la eléctrica asturiana.
La suma de los paquetes de Cajastur, su fondo de pensiones y Electrabel garantiza la mayoría de bloqueo que impediría en cualquier junta de accionistas levantar el blindaje sin su autorización. El blindaje limita los derechos políticos de los accionistas a un máximo del 10% del capital, cualquiera que sea la participación de la que dispongan. Para suprimir esta barrera se precisa la conformidad del 75%. Con casi el 25%, Cajasturias y Electrabel tendrían siempre la posibilidad de veto. No obstante, Electrabel tiene abierto un expediente por la CNMV y suspendidos los derechos políticos, al igual que la norteamericana TXU, primer accionista de la eléctrica (19,26%) por posible acción concertada entre ambos accionistas.
Empresa pública
Con ese panorama, Villar Mir acudió ayer a Oviedo acompañado por el director general de EnBW, Hans Bubeck, para explicar al presidente del Principado, Vicente Álvarez, las condiciones de su oferta.
Bubeck admitió que EnBW, la tercera eléctrica alemana, estudió lanzar una OPA en solitario, pero no llegó a hacerlo al advertirle el Gobierno español de que no autorizaría el dominio pleno sobre una eléctrica española por parte de la compañía alemana, en cuyo accionariado participa con el 25% la empresa pública francesa Eletricité de France. Bubeck y Villar Mir señalaron que en los últimos contactos con las autoridades españolas no han advertido rechazo a la fórmula propuesta, en virtud de la cual EnBW nunca tendría la 'mayoría de control' en Cantábrico. No obstante, Villar Mir y Bubeck admitieron que 'la última palabra la tiene el Gobierno español'.
