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EL 'SÍNDROME DE LOS BALCANES'

EE UU advirtió a sus aliados del peligro de la munición que disparaba en Kosovo

La postura oficial de EE UU sigue siendo la de negar la existencia del síndrome de los Balcanes. El informe, con fecha 1 de julio de 1999, elaborado por la cúpula militar estadounidense, fue difundido entre los países que participaron en la campaña.Washington pedía entonces a la OTAN que tomase medidas especiales al entrar en Kosovo debido a la presencia de proyectiles con uranio empobrecido. También recomendaba que estos riesgos 'se dieran a conocer entre organizaciones gubernamentales y refugiados'. El uranio empobrecido, explica el informe, es 'una munición segura y eficaz', pero subraya que 'la alta toxicidad de los residuos en vehículos blindados bombardeados con uranio empobrecido puede causar problemas de salud para los que tengan acceso a estos vehículos'.

No se menciona ninguna posible radiación. 'Los soldados que manejen las cabezas de misiles antitanques o que entren en los vehículos destruidos', asegura el documento, 'deberían llevar máscaras y trajes especiales'. También aconseja que las tropas en contacto con este armamento pasen revisiones médicas regulares. El Times asegura que el documento no se hizo público en su momento y cita como fuente a un oficial de un país de la OTAN, basado en Bruselas.

El lunes, la secretaria de Estado norteamericana, Madeleine Albright, volvió a asegurar que 'no existen pruebas sobre una conexión' entre el uranio empobrecido y las enfermedades de los soldados afectados. Hace una semana, el portavoz del Pentágono respondió con una negativa ante las crecientes acusaciones europeas.

'Inmejorable eficacia'

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En Londres, el secretario de Estado de las Fuerzas Armadas británicas, John Spellar, resaltó ayer la 'inmejorable eficacia' del uranio empobrecido en el campo de batalla. De hecho, este tipo de munición 'seguirá siendo parte de nuesto arsenal en el futuro previsible, afirmó Spellar en la Cámara de los Comunes, informa Lourdes Gómez. 'Esta munición aporta una capacidad militar de victoria. Materiales alternativos no son tan eficaces. Nuestras fuerzas luchan para ganar y sería erróneo negarles una capacidad legítima', dijo en su intervención parlamentaria.

El Ejército británico ha desarrollado y usado municiones de uranio en los tanques que participaron en la guerra del Golfo.

A pesar de minimizar los posibles efectos secundarios del uranio, el Gobierno de Blair sucumbió a la presión y ofreció ayer un programa de pruebas médicas voluntarias para los soldados y civiles desplazados a los Balcanes desde 1992.

El Ministerio de Defensa desconoce el número exacto de personas, pero se estima que 30.000 soldados participaron en la guerra del Golfo y 50.000 en los Balcanes.

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