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Bruselas y Rabat rompen por sorpresa las negociaciones pesqueras por razones económicas

'Las negociaciones están interrumpidas', anunció ayer por la tarde un portavoz de la Comisión Europea. El cambio de actitud marroquí pilló por sorpresa a los negociadores de la Dirección General de Pesca europea y a la delegación española que viajó a Rabat para seguir las discusiones. 'Marruecos, que hasta el lunes se mostró dispuesta a negociar y presentó propuestas positivas, se ha echado atrás de repente y ha puesto nuevas condiciones encima de la mesa que consideramos inaceptables', explicó.

La Comisión Europea no quiso entrar en detalles sobre las cuestiones abiertas. El 22 de diciembre se habían reanudado las negociaciones técnicas en un espíritu calificado de 'positivo' por las dos partes. El 3 de enero, Franz Fischler viajó a Rabat para encontrarse con su homólogo marroquí, Said Chbaatu, buscando el impulso político final. Las negociaciones técnicas continuaron durante el fin de semana y el lunes el comisario regresó a Marruecos, en lo que muchos vieron una maniobra para cerrar definitivamente el acuerdo. Los avances logrados así lo auguraban y el acuerdo parecía destinado a ser alumbrado ayer.

Pero los negociadores marroquíes se presentaron a las diez de la mañana (hora de Rabat) con una oferta a la baja, y el comisario Fischler, muy enfadado, decidió levantarse de la mesa. 'Menos pescado debe significar menos dinero', declaró, dejando claro que la Comisión Europea no acepta pagar 125 millones de euros al año, como en el acuerdo anterior, para pescar menos de lo que se capturaba antes, como exige Marruecos. Bruselas está dispuesta a seguir negociando si hay un cambio de posición de la parte marroquí. 'Que me llamen', añadió el comisario, desafiante.

Por su parte, Arias Cañete, ministro español de Agricultura, señaló ayer en Madrid que 'es imposible llegar a ningún compromiso si una de las partes no muestra ninguna flexibilidad. Hasta la fecha, las concesiones sólo las ha hecho la parte comunitaria'.

La cuestión financiera es ya el último obstáculo. La Comisión Europea admite destinar 125 millones de euros anuales, pero siempre y cuando las reducciones que exige Marruecos no sean exageradas y en ningún caso superen el 20%. 'Si van más allá, se irá reduciendo proporcionalmente la compensación financiera', defienden fuentes comunitarias.

Gesto de flexibilidad

'Rabat sigue pidiendo reducciones en las capturas de hasta el 60%', enfatiza la parte europea, destacando que los puntos técnicos relacionados con las zonas de pesca y las artes estaban ayer prácticamente cerrados. También el articulado global de acuerdo está pactado y Marruecos ha hecho un gesto de flexibilidad al admitir que el acuerdo sea por más de dos años. Ahora se discute si será de tres o de cuatro años.

Los expertos en las pasadas negociaciones pesqueras con Marruecos consideran que 'estamos en el tira y afloja final' y no descartaron que en cualquier momento se vuelvan a retomar las discusiones, incluso anoche mismo. 'Lo que no queremos es cerrar un acuerdo a cualquier precio', insisten los negociadores comunitarios. 'Tiene que haber un principio de proporcionalidad, y todo dentro del límite presupuestario fijado por el Consejo de Ministros de Pesca', explicaron.

La Comisión Europea confía en poder cerrar todavía un acuerdo antes de la visita del presidente Romano Prodi a Marruecos este fin de semana, clave para dar continuidad al llamado proceso de Barcelona para fomentar las relaciones políticas y económicas entre la Unión Europea y los países de la ribera sur del Mediterráneo. Durante su visita, Prodi espera entrevistarse el domingo con el rey Mohamed VI.

Fuentes próximas al presidente del Ejecutivo comunitario descartaron la posibilidad de que Prodi intente cerrar el acuerdo como gesto político hacia Marruecos. 'Es una visita que se enmarca en el contexto de la cooperación regional de la UE con los países del Magreb, como seguimiento del proceso de Barcelona', insistió esa fuente.

'No se puede ignorar el problema que plantea la falta de convenio pesquero si no se alcanza un compromiso para entonces, pero, en cualquier caso, hay que relativizar un problema de un sector concreto en el ámbito global de las relaciones con Marruecos', añadió.

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