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'No estamos enfrentando el problema de los inmigrantes con el rigor debido'

El alcalde de Lorca (Murcia), el socialista Miguel Navarro Molina, de 48 años, está pasando uno de los momentos más amargos de su vida, después del accidente que costó la vida a 12 ecuatorianos, y que de nuevo pone sobre la mesa los graves problemas de los inmigrantes en unas comarcas donde las infraestructuras son deficientes.

Pregunta. ¿Pudo evitarse el trágico accidente?

Respuesta. Cualquier accidente es evitable, pero en estos momentos estoy más preocupado por la situación en la que han quedado los familiares de los fallecidos. Acabo de hablar con la esposa de uno de ellos en Ecuador que ha perdido a su marido y se queda con dos hijos inválidos y la deuda del viaje de su esposo, muerto en el accidente.

P. ¿Hasta dónde puede alcanzar la ayuda del municipio a las víctimas?

R. Estamos haciendo todo lo que está en nuestras manos. Les hemos ofrecido ayuda económica y toda la atención sanitaria y psicológica que precisen. Esperamos que el compromiso del delegado del Gobierno para la Inmigración, Enrique Fernández-Miranda, para asumir los gastos de la repatriación de los cadáveres, se confirme si es ése el deseo de los familiares.

P. ¿Cómo se percibe el fenómeno de la inmigración desde un municipio como Lorca, destino final de muchos de los ecuatorianos que llegan a España?

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R. Las corporaciones locales estamos enormemente abandonadas en este aspecto, ya que todos los problemas nos vienen a nosotros, que carecemos de medios y de competencias para resolverlos. Si al menos este trágico accidente sirve para que los problemas de los inmigrantes se aborden con rigor y las administraciones competentes nos hagan caso para solventar las deficientes infraestructuras que tenemos, de algo nos habrán servido tantas muertes.

P. Ante semejante tragedia, ¿se puede señalar a algún responsable?

R. Hay un procedimiento judicial abierto que determinará, en su día, las responsabilidades a que hubiera lugar. Pero creo que estamos haciendo una política del avestruz y de los discursos vacíos respecto al fenómeno de la inmigración, sin llegar a la política de los hechos, y esta situación son los municipios los primeros que la sufren. En todo caso, los responsables somos todos: las administraciones, los empresarios y los sindicatos. Ninguno nos enfrentamos al problema de los inmigrantes con el rigor que debemos.

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