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Las rivales estadounidenses de Telmex le pagan 24.249 millones a cambio de una interconexión más barata

Juan Jesús Aznárez

El gigante de telecomunicaciones mexicano, Teléfonos de México (Telmex), y sus dos rivales de larga distancia, Avantel y Alestra, participadas respectivamente por las estadounidenses AT&T y World-Com, ratificaron un acuerdo que puede acabar con una de las disputas comerciales más reñidas entre México y Estados Unidos. Las dos operadoras estadounidenses, que acusaron a Telmex de actuar como monopolio desde hace tres años, se comprometieron a pagar 70 millones de dólares y 67 millones de dólares en deudas pendientes a cambio de un abaratamiento de las tarifas de interconexión, y otras concesiones, por parte de la compañía mexicana.

El Gobierno de EE UU presentó hace seis meses una queja contra México ante la Organización Mundial de Comercio (OMC), que todavía no ha retirado, en apoyo de las demandas de Avantel y Alestra, planteadas poco después de enero de 1997, fecha en que se abre a la competencia el mercado de larga distancia. En marzo de ese año, Avantel, propiedad en un 55% del grupo bancario Banamex-Accival (controlado por el BBVA), denunció ante los tribunales a Telmex por considerar excesivas las tarifas de interconexión, esto es la cesión de su extensa red para hacer posible las conexiones internacionales. La refriega, a la que se sumó Alestra, continuó en el bienio 1997-99, periodo en el que las dos operadoras acusaron judicialmente a Telmex de bloqueo de la competencia. El coloso mexicano, por su parte, reclamó a sus dos principales adversarios el pago de las deudas pendientes, que sumaban en torno a los 137 millones de dólares.

Arduas negociaciones

'Después de varias semanas de reuniones al más alto nivel, logramos llegar a un acuerdo total, completo', declaró el director general de Telmex, Jaime Chico Pardo. Las dos operadoras litigantes, con el 55% y el 51% de sus acciones en manos de capital mexicano y el resto controlado por firmas estadounidenses, retiraron todas las demandas judiciales contra el ex monopolio estatal Telmex, cuya privatización en 1991, durante el Gobierno de Carlos Salinas de Gortari (1988-94), fue ganada por el empresario mexicano Carlos Slim. En las elecciones del pasado 2 de julio, Vicente Fox y su partido, el conservador Partido Acción Nacional (PAN) arrebataron la presidencia de la república al Partido Revolucionario Institucional (PRI), que la había retenido durante 71 años, y las dos operadoras reanudaron sus reclamaciones ante las nuevas autoridades.

Las negociaciones entre competidores concluyeron con éxito, y han sido resueltos todos los desacuerdos acumulados en los últimos tres años, reconoció Rolanzo Zubirán, presidente de Alestra. El Gobierno de Fox avaló el pacto suscrito. Los desacuerdos habían llegado hasta el Departamento de Comercio de EE UU, que pidió la formación de un panel de controversias ante la OMC. Esa instancia, rechazada por el Gobierno mexicano de Ernesto Zedillo (1994 a diciembre de 2000), recibió el encargo de analizar si México había cumplido su promesa de abrir por completo su mercado de telecomunicaciones, valorado en unos 12.000 millones de dólares.

El pasado mes de septiembre, la Comisión Federal de Telecomunicaciones (Cofetel), el ente regulador mexicano, dictó varias normas para limitar el dominio de mercado por parte de Telmex, y le obligó a reducir la interconexión de 3,36 centavos de dólar por minuto a 1,25 centavos, una tarifa más apegada a costos, según los expertos, desde enero hasta diciembre de este año. Telmex presentó un recurso de amparo contra la medida de la Cofetel, que retiró finalmente para aceptar la tarifa de 1,25 centavos de dólar. 'Las partes decidimos hacer borrón y cuenta nueva', subrayó Chico Pardo. Todas las demandas, 25 en total, han sido desactivadas.

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