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Goldman Sachs se desprende del Rockefeller Center

Enric González

El enfriamiento aún ho ha llegado al negocio inmobiliario neoyorquino. La familia Lester Crown, de Chicago, y Jerry Speyer, de Nueva York, anunciaron ayer la compra del Rockefeller Center por 1.850 millones de dólares (más de 350.000 millones de pesetas), el doble de lo que Goldman Sachs pagó en 1996 por el célebre grupo de rascacielos. La operación dejará por primera vez a la familia Rockefeller al margen de la propiedad. También venden sus acciones la familia italiana Agnelli, fundadora de la empresa automovilística Fiat, y los herederos del naviero griego Stavros Niarchos. El Rockefeller Center ha sufrido numerosos altibajos desde 1985, cuando los herederos del magnate decidieron diversificar sus inversiones y vendieron el 80% del complejo inmobiliario a la sociedad japonesa Mitsubishi. Aquello escandalizó al público estadounidense, que interpretó la venta como el remate de una invasión por parte de la entonces pujante economía japonesa. Hubo incluso protestas callejeras, porque el Rockefeller Center era, y es, una especie de catedral civil para los neoyorquinos. Pero Mitsubishi duró poco. La recesión de 1990 y 1991 hizo que bajaran los alquileres y en 1996 el Rockefeller Center se declaró en quiebra.

El banco de inversiones Goldman Sachs, en compañía de socios minoritarios como Jerry Speyer, adquirió los 10 edificios desembolsando sólo 306 millones de dólares, lo que costaba liquidar la hipoteca, y haciéndose cargo de 845 millones más en deuda y obligaciones. Simultáneamente, vendió una porción del complejo a la compañía de televisión NBC por 440 millones. En poco tiempo, el boom económico y la inflamación del mercado inmobiliario devolvieron la rentabilidad al Rockefeller

"Es triste la separación", dijo David Rockefeller, de 85 años, a The New York Times, "pero el hecho de que los nuevos propietarios sean amigos es importante. Estoy convencido de que Jerry Speyer mantendrá nuestra exigencia de calidad y de vocación pública". Rockefeller era un niño cuando se empezó a construir el centro, en 1929.

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