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Condena de trece años de cárcel para el hombre que mató al hijo de su pareja

El 30 de mayo de 1999, A. B., un ciudadano marroquí que vivía en el número 62 de la calle de Embajadores, propinó un golpe en la cabeza al hijo de cinco años de su compañera sentimental. El menor murió. Así lo considera probado la sentencia dictada por la la Audiencia de Madrid, que ha condenado a A. B. a la pena de 13 años de prisión por un delito de homicidio. En este caso, dice la sentencia, los hechos enjuiciados constituyen un delito de homicidio en el que concurre la agravante de parentesco por la convivencia estable del procesado con la madre del menor fallecido, informa Efe.

A. B. fue juzgado recientemente por un jurado popular que, tras dos días de deliberaciones, lo halló culpable del delito que se le imputaba. Los jurados, sin embargo, se mostraron favorables a una posible solicitud de indulto para el procesado. En este sentido, el presidente del tribunal considera que en modo alguno se aprecian circunstancias que puedan motivar la medida. La sentencia también decreta el mantenimiento de la prisión preventiva del acusado. Contra esta resolución cabe recurso ante el Tribunal Superior de Justicia de Madrid.

A. B. declaró durante el juicio, con lágrimas en los ojos, que no mató al menor. "Yo no tengo nada que ver en esto. Yo no lo hice", dijo. Su compañera sentimental, la madre del niño muerto, con quien A. B tiene otro hijo, también prestó testimonio ante el tribunal. La mujer afirmó que estaba segura de la inocencia de su compañero. "Yo sé muy bien que no fue él. Me hubiera matado a mí primero, pero no al niño. Si sé que fue él, entro a la cárcel y lo mato yo misma", dijo. La defensa de A. B. utilizó como argumento el hecho de que su pareja, pese a los hechos, seguía manteniendo una relación sentimental.

Las declaraciones del forense que practicó la autopsia al cadáver del pequeño fueron contundentes. El experto descartó la posibilidad de que el niño hubiera muerto por una caída o precipitación. Además, resaltó el hecho de que el menor tenía lesiones anteriores a la que le causó la muerte y que indicaban que podía haber sido objeto de malos tratos. Tanto A. B. como la madre del niño tienen otro juicio pendiente por esta causa.

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